Cuatro explosiones en dos
localidades diferentes en Irak dejaron decenas de muertos y heridos
durante las festividades religiosas chiítas de Ashura.
Dos explosivos simultáneos detonaron en una
congregada estación de autobuses en Hilla, al sur de Bagdad, matando por
lo menos 15 personas e hiriendo a unas 70.
El segundo artefacto hizo explosión cuanto la
policía intentaba desactivarlo.
Entretanto, en Bagdad, por lo menos ocho
personas murieron tras dos atentados; el primero en la zona chiíta de
Ciudad Sadr y la otra al este de la Capital.
El corresponsal de la BBC en Bagdad, Rob Walker,
informa que en los atentados de Hilla resultó muerto el jefe de la
unidad antiexplosivos.
Los ataques suceden en medio de un período de
alerta entre las fuerzas de seguridad por las conmemoraciones
religiosas.
El miércoles en Bagdad hubo otra serie de
atentados que las autoridades dicen estuvieron dirigidas a los fieles
chiítas.
Cristianos amenazados
El gobierno iraquí también ha emitido una alerta
durante el período navideño debido a las amenazas recibidas por la
minoría cristiana en ese país, añade el corresponsal de la BBC.
El Ministerio de Defensa afirmó haber recibido
esta semana información que apuntaba hacia ataques.
Una de las explosiones del miércoles sucedió
fente a una iglesia en la norteña ciudad de Mosul.
De acuerdo a algunos cálculos, la mitad de la
comunidad cristiana en Irak ha abandonado el país desde la invasión de
Estados Unidos en 2003.
Rob Walker señala que no solo los cristianos
enfrentan amenazas de muerte y secuestro.
"El futuro de los iraquíes cristianos está
ligado a la suerte del resto de la población en Irak, la cual sigue
siendo incierta", concluye.
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