Algunos economistas consideran
que, de acuerdo con los datos económicos de los últimos doce meses,
China podría arrebatar a Japón el título de segunda mayor economía del
mundo el próximo año.
En 2009, cuando la mayoría de las grandes potencias apenas están saliendo de la recesión, Pekín prevé crecer un 8,3%. Esta cifra está por encima de las estimaciones oficiales y obligó al Banco Mundial a revisar sus pronósticos.
Parte de este crecimiento se debe al plan de estímulo financiero aplicado por el gobierno chino, que inyectó más de US$585.000 millones en la economía.
La flexibilización del acceso a créditos bancarios y la inversión en infraestructuras fueron los ejes de este plan.
Como resultado, en el último año, China vio un fuerte crecimiento del empleo y del consumo interno, que unidos a la recuperación de las exportaciones en meses recientes condujeron al notable crecimiento económico de 2009.
En contraste, Japón creció un 1,3% en el tercer trimestre y el gobierno se vio obligado a revisar a la baja sus previsiones.
Poder económico y político
Esto representaría un cambio en el poder económico, desde las economías tradicionalmente avanzadas a países emergente como China
Li Wei, Banco Standard
Chartered de Shangai
"Esto representaría un cambio en el poder económico, desde las economías tradicionalmente avanzadas a países emergente como China. Sin embargo, si lo vemos desde una perspectiva política, el mundo aún está ordenado en función de esas potencias tradicionales", apuntó el economista Li Wei, del Banco Standard Chartered en Shangai.
Desde Tokio, la posibilidad de que el auge chino acelere el declive japonés se contempla como un riesgo.
La población nipona está envejeciendo y la deuda nacional crece. Al mismo tiempo, China moderniza su economía y compite más directamente con Japón.
Desafíos
Por ejemplo, en 2010 es casi seguro que Pekín le arrebate a Tokio el título de mayor fabricante de automóviles del mundo.Sin embargo, apuntan los expertos, los desafíos a los que se enfrenta el gigante asiático son enormes, sobre todo en materia de calidad de vida y condiciones de trabajo de sus habitantes. Un trabajador chino cobra de media la décima parte que uno japonés.
Por otro lado, el Estado del bienestar en Japón –sobre todo en materia de salud y educación- está mucho más avanzado que en China.
Y también en este país está envejeciendo la población. A menudo, los economistas resumen la encrucijada china con una pregunta: ¿será capaz China de hacerse rica antes que vieja?
http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/12/091219_1334_china_segunda_economia_pea.shtml
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