Si China tiene un socialismo de
mercado, Venezuela tendrá un mercado socialista.
Esto fue lo que dijo el presidente Hugo Chávez,
al oficializar la creación de una amplia red de comercios de propiedad
estatal que incluyen la venta de automóviles, multitiendas del hogar,
farmacias, redes de mayoristas y ferias de comercio.
Las tiendas serán manejadas por la Corporación
de Mercados Socialistas (Comerso), que fue lanzada este martes en el
marco de la inauguración, en el centro de Caracas, de la primera
"arepera socialista", un expendio de alimentos que servirá la popular
arepa (una especie de bollo redondo y plano de harina de maíz, que los
venezolanos rellenan con toda clase de guisos y preparaciones).
La arepera, como el resto de comercios afiliados
a Comerso, tendrá por fin combatir la especulación en la venta de toda
clase de productos. En el caso de la arepa, el presidente manifestó que
se cobrará 5 bolívares (poco más de US$ 2 a tasa oficial) por cada una,
aunque se trata de un precio promocional que sería incrementado el
próximo año.
Según el ministro de Comercio, Eduardo Samán,
producir una arepa no cuesta más de 4,5 bolívares, mientras que algunas
areperas privadas cobran hasta 20 bolívares o más por unidad.
Samán indicó que los costos pueden reducirse aún
más con la ayuda de elementos como trabajo voluntario y anunció que él
mismo trabajará en la arepera gratis 4 horas a la semana.
De exportación
La arepera socialista será un fracaso y un despilfarro de recursos, que en vez de utilizarse en hospitales o carreteras se usarán para vender arepas
Gustavo Rojas,
economista
De este modo, el gobierno aspira a "recuperar la
arepa para el pueblo, de los especuladores que la convirtieron en
negocio" e incluso se propone en el futuro exportarla al resto del
mundo, aseguró el jefe del Estado venezolano.
Según explicó, este esquema de "mercado
socialista" forma parte de un modelo de transición entre el capitalismo y
el socialismo. Esta fase se prolongaría hasta el año 2019, de acuerdo
con un cronograma al que viene refiriéndose desde que ganó a principios
de año el referendo que le permite postularse a la reelección sin
límites.
El modelo no contempla la eliminación de las
areperas, tiendas, concesionarios de automóviles, etcétera, de carácter
privado. Pero estas empresas tendrán que competir con los precios de sus
pares estatales.
"Eso puede sonar muy inteligente, pero esas
experiencias ya se han hecho sin éxito", le dijo a BBC Mundo el
economista Gustavo Rojas, desde una perspectiva crítica.
Según Rojas, al menos dos elementos saltan a la
vista: uno, que las empresas estatales gozarían de subsidios que las
pondrían en principio en posición de competencia desleal frente a las
privadas, y podrían conducir a su quiebra. Y dos, que por no tener un
incentivo de eficiencia -porque nadie se favorece en lo personal-, las
empresas públicas terminan fracasando.
También comentó que los subsidios que permiten
mantener los costos bajos sólo son sostenibles siempre que se mantenga
alto el precio del petróleo, principal producto de exportación
venezolano.
"La arepera socialista será un fracaso y un
despilfarro de recursos, que en vez de utilizarse en hospitales o
carreteras se usarán para vender arepas", afirmó Rojas.
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