11 enero 2010

Arzobispo critica propuesta en Uganda

Redacción
John Sentamu, arzobispo de York
Sentamu criticó la actual legislación ugandesa sobre el tema de la homosexualidad.

Un arzobispo de la Iglesia Anglicana nacido en Uganda criticó un proyecto de ley que discutirá el parlamento de ese país según el cual se aplicaría en algunos casos la pena de muerte a homosexuales, y dijo que la actual legislación ugandesa "ya hace lo mismo" que sugiere la controvertida propuesta.

John Sentamu, arzobispo de York, en el Reino Unido, declaró a la BBC que las personas gay "son valoradas por Dios y merecen el mejor trabajo pastoral y amistad".

Según el prelado, el proyecto de ley "victimiza" y "reduce" como individuos a los homosexuales.

"La gente puede tener muy claras ideas tradicionales de la sexualidad. Pero como comunión tenemos el compromiso de escuchar las experiencias de las personas homosexuales", manifestó.

Sentamu hizo la aclaración de que el proyecto de ley, que está sometido en la actualidad a un comité parlamentario, no es propuesta del gobierno sino que es de carácter "privado", a iniciativa del legislador David Bahati, del gobernante Movimiento Nacional de Resistencia.

No obstante, el arzobispo declaró que "la gente no ha comprendido que en estos momentos la ley en Uganda, sin que se apruebe ese proyecto, hace exactamente lo mismo" que la iniciativa propone.

Primer hombre de origen africano que se convierte en arzobispo en la historia del Reino Unido, Sentamu apoya al sector de la iglesia que se opone a la ordenación de sacerdotes gays y a autorizar los matrimonios eclesiásticos entre homosexuales.

"Con agravantes"

El proyecto de ley ha provocado una ola de críticasde activistas de grupos de derechos humanos, e incluso países como Suecia han amenazado con cortar la asistencia a Uganda si llega a aprobarse.
David Bahati
Para el legislador que propuso el proyecto, los gays deben ser "rehabilitados".

La propuesta incluye severos castigos que pueden llegar hasta la pena de muerte en el caso de "homosexualidad con agravante" como se denomina a la practicada con un menor de edad o un minusválido, o con intención de transmitir el virus del SIDA.


Por "hacer apología" de la homosexualidad o no denunciar actos homosexuales también se puede ir a prisión o ser sancionado con multas.

Para el parlamentario Bahati, "la homosexualidad no es de nacimiento; es una conducta aprendida. Por eso animanos a las iglesias y las mezquitas que continúen la rehabilitación y aconsejen a esa gente".

Bahati enfatizó en que "aquí no reconocemos la homosexualidad como un derecho".

En declaraciones a la BBC, Julian Pepe, activista de los derechos homosexuales, manifestó: "Incluso mis amigos que no son gays tienen miedo porque creen que si la ley se aprueba serán reprimidos".

Pepe añadió: "Tengo miedo. Me siento en peligro. Miro constantemente sobre el hombro"

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