21 enero 2010

Una ola de frío polar paraliza Europa

La nieve y el hielo azotaron ayer buena parte de Europa y llevaron el caos al transporte. Decenas de vuelos fueron cancelados, en especial en Alemania y Bélgica, mientras el tren que une Reino Unido y Francia a través del canal de la Mancha, el Eurostar, estaba parcialmente operativo. La nueva ola de frío ha agravado la situación en Polonia, donde las bajas temperaturas han dejado más de un centenar de muertos en las últimas semanas.

En Alemania, la tormenta de nieve provocó numerosos atascos en las carreteras, especialmente en el oeste y el sur del país, y se registraron decenas de retrasos y cancelaciones en varios aeropuertos, como el de Francfort, el tercero con más tráfico aéreo del continente, donde se cancelaron 150 vuelos.

El frío también está paralizando las carreteras. Sólo en el Estado de Baden-Württemberg, se han producido 310 accidentes de tráfico a causa del temporal, que han dejado 31 personas heridas, cuatro de ellas de gravedad. La cara más trágica del temporal se ha dejado ver en Tréveris (oeste del país), donde un agricultor de 54 años falleció después de que el tractor en el que viajaba se saliera de la calzada a causa del hielo.

"La previsión para este fin de semana puede producir un caos en las condiciones del tráfico y dejar partes de Alemania completamente aisladas", aseguró ayer el Auto Club Europa.

La peor ola de frío polar de los últimos 30 años seguía ayer a golpeando al Reino Unido e Irlanda. Aunque la situación se ha estabilizado, tras las jornadas de caos vividas en los días precedentes, las cancelaciones en los vuelos y los retrasos en las líneas ferroviarias continuaron. Se han aplazado seis partidos de fútbol de la Liga inglesa que debían disputarse este sábado. Las carreras de caballos y los partidos de rugby también se han visto afectados.

Los servicios ferroviarios del Reino Unido registraron más problemas. El Eurostar seguía sin estar operativo al ciento por ciento. La situación al otro lado del túnel no ayudaba mucho. Francia amaneció ayer bajo una gruesa capa de nieve y sus servicios ferroviarios de alta velocidad (TGV) sufrieron retrasos de varias horas.

El desplazamiento del temporal de nieve hacia la parte occidental del continente podría provocar nuevos problemas en Bélgica, que se sumarían a las numerosas incidencias que ya se han registrado en el país. El aeropuerto de Bruselas canceló 30 vuelos y retrasó otros 60.

En Suiza, se cortó el tráfico de camiones por los Alpes debido a la acumulación de nieve.

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