El autobús que transportaba a la
selección nacional de fútbol de Togo fue ametrallado en la región de
Cabinda, en el norte Angola, donde se disputará la Copa de África a
partir de este domingo.
El conductor del vehículo murió y al menos
cuatro personas resultaron heridas, según el corresponsal de la BBC en
Luanda, Alex Capstick.
El enviado añadió que el equipo, proveniente de
un entrenamiento en la República del Congo, viajaba sin escolta en una
zona conocida por ser peligrosa, aunque las autoridades angoleñas
dijeron que lograron responder al fuego de los atacantes.
"Acto terrorista"
Togo tenía que jugar su primer partido en la
región rica en petróleo de Cabinda, donde milicias rebeldes luchan por
la independencia y donde el equipo tenía previsto concentrarse durante
la competición.
Esta operación es sólo el comienzo de una serie de acciones que continuará en todo el territorio de Cabinda
Frente para la
Liberación del Enclave de Cabinda
El Frente para la Liberación del Enclave de
Cabinda (Flec) reivindicó el ataque. Se trata de un grupo que lleva
luchando por la independencia de la región desde hace décadas, aunque
había declarado un alto el fuego en 2006.
En una declaración recogida por la agencia de
noticias Lusa, el Frente habría dicho que esta operación "es sólo el
comienzo de una serie de acciones que continuará en todo el territorio
de Cabinda".
Por su parte, un representante de la región de
Cabinda, Bento Bembe, declaró que se trató de un "acto terrorista".
Jugadores heridos
Entre los heridos podrían encontrarse el defensa
central Serge Akakpo y el portero Kodjovi Obilale.
El equipo rumano FC Vaslui confirmó que Akakpo
recibió disparos y tiene heridas graves. El jugador de 22 años está
fuera de peligro tras recibir asistencia médica, según su club.
Un director de comunicaciones del equipo también
está entre los más afectados por la balacera.
También viajaba en el autobús el delantero del
Manchester City Emmanuel Adebayor, aunque su equipo confirmó que no se
encuentra herido.
El equipo explicó en un comunicado que habían
hablado con él y que "estaba conmocionado por el acontecimiento tan
terrible", aunque "resultó ileso".
En una entrevista con la BBC, Adebayor dijo que
se trató de "una de las peores experiencias" de su vida.
"Todavía estoy paralizado", dijo. "Yo fui uno de
los que llevaron a los jugadores heridos al hospital. Fue entonces
cuando me di cuenta de lo que estaba pasando realmente. Todos los
jugadores estaban gritando, llamaban a sus madres, lloraban al teléfono.
Pensaban que estarían diciendo sus últimas palabras", narró.
"Como a perros"
El delantero Thomas Dosevi también declaró a la
radio francesa RMC que varios jugadores estaban "muy mal".
"Nos ametrallaron como a perros", afirmó.
"Nos escondimos unos 20 minutos debajo de los
asientos, intentando evitar las balas".
Todos los jugadores estaban gritando, llamaban a sus madres, lloraban al teléfono. Pensaban que estarían diciendo sus últimas palabras
Emmanuel Adebayor,
jugador de Togo
Por su parte, el centrocampista Alaixys Romao
dijo a RMC que su país seguramente se retiraría de la competición,
aunque el equipo no tomó aún una decisión.
"Nadie quiere jugar, no somos capaces de ello",
afirmó.
"Nuestros pensamientos están ante todo en la
salud de los heridos porque había mucha sangre en el suelo", añadió.
Seguirá la competición
La Copa Africana de Naciones, que se
desarrollará en Angola del 10 al 31 de enero con la participación de 16
países, es una de las citas más importantes del fútbol internacional.
Según la Confederación de Fútbol africano, el
torneo se celebrará como estaba planeado, a pesar del violento ataque.
Sin embargo, voceros de la organización se
mostraron sorprendidos por el hecho de que la selección de Togo hubiera
decidido viajar por tierra por una zona tan peligrosa, en lugar de por
avión.
La competición ha cobrado este año mayor
relevancia al disputarse meses antes de la primera Copa Mundial de
Fútbol que tendrá lugar en África.
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