21 enero 2010

Lima requerirá a futuro viviendas con techo a dos aguas y sistemas de drenaje

El cambio climático obliga a repensar la arquitectura de la capital, según el Colegio de Ingenieros. Hay que priorizar las zonas más pobladas

(Andina). Lima no está preparada para soportar lluvias prolongadas, como las registradas hoy en casi toda la capital, por lo que debe considerarse que algunas edificaciones cuenten a futuro con techos a dos aguas, y que en las pistas se instalen sistemas de drenaje de aguas pluviales.

Si bien no es usual que Lima soporte lluvias intensas que generen grandes aniegos y charcos, los recientes cambios climáticos hacen necesario tener una visión de futuro, opinó el decano del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, Francisco Aramayo.

“En Lima casi nunca ha llovido de esa manera y vemos que no estamos preparados para ese tipo de eventos. Es necesario tomar acciones”, comentó el especialista en diálogo con la agencia Andina, al recordar los estragos que días atrás causaron las lluvias en Collique, en Comas.

En ese sentido, sostuvo que los responsables de los nuevos edificios y las viviendas de las zonas residenciales deberían comenzar a pensar en instalar techos a dos aguas o con una ligera inclinación para que discurra el agua de lluvia y ésta no se empoce en las azoteas.

Tras considerar que ello sería una alternativa práctica ante posibles lluvias de larga duración que se caigan a futuro en la capital, Aramayo mencionó que las familias de escasos recursos no podrían implementarla, puesto que para ello se requiere un presupuesto especial.

En ese sentido, sugirió que otra alternativa puede ser instalar calaminas con una ligera inclinación lateral que permita dirigir el agua de lluvia hacia un jardín o hacia la calle.

El representante del Colegio de Ingenieros recomendó, además, revisar el estado de las calaminas o coberturas horizontales de los techos de las viviendas más humildes para evitar que la cantidad de agua acumulada en ellas genere filtraciones que afecten a sus ocupantes.

“En los pueblos jóvenes debería hacerse cunetas como sucede en la localidad de Canta, con una pendiente para conducir las aguas. En las casas de las zonas urbanas también puede haber fisuras en las azoteas, por lo que se recomienda protegerlas con pintura asfáltica”, dijo.

Asimismo, mencionó que también es importante limpiar constantemente las azoteas para evitar la acumulación de agua que, de existir fisuras y rajaduras en la cobertura de los techos, podría filtrase hacia el interior de la vivienda.

Sobre la posibilidad de contar con sistemas de drenaje de aguas pluviales en Lima, comentó que corresponde a la empresa de Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) realizar la evaluación del caso y efectuar los trabajos de ingeniería que correspondan.

“Esto podría ser en ciertas avenidas para evitar aniegos, sobre todo en las avenidas con pendiente y en las más transitadas, donde haya mayor densidad poblacional. Creo que esta posibilidad debería considerarse a futuro”, puntualizó Aramayo.

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