Reino Unido sigue padeciendo la peor ola de frío polar en 30 años, con
temperaturas de hasta 20 grados bajo cero en algunas zonas de Escocia y
nevadas prácticamente por todo el país, incluido el habitualmente más
templado sureste. Miles de escuelas cerraron ayer sus puertas y muchas
de ellas tienen previsto seguir cerradas hoy. La nieve ha afectado sobre
todo al tráfico en las carreteras y al transporte aéreo y, en menor
medida, al ferroviario.
El Ejército tuvo que intervenir para rescatar a más de 1.000
automovilistas que quedaron atrapados toda la noche en un gigantesco
atasco en la carretera nacional A-3 en Hampshire, sur de Inglaterra. "No
podías dormir porque el tráfico se movía unos pocos centímetros de
cuando en cuando y la gente tocaba el claxon para que avanzaras, y te
despertabas para avanzar un poco", explicó la presentadora de la BBC
Annabel Giles, que pasó 22 horas atrapada.
La nieve caída el lunes
y ayer ha obligado a cerrar varias horas los aeropuertos de Manchester,
Gatwick, Cardiff, Luton, Stansted, Bournemouth, Jersey, Aberdeen y
Bristol y ha afectado el tráfico aéreo en Heathrow, Birmingham, Glasgow y
Southampton. Cientos de vuelos han sido cancelados y muchos otros
sufren importantes retrasos.
Los trenes funcionan mejor: el 61% ha
cumplido con sus horarios, el 34% ha sufrido retrasos y sólo un 5% ha
cancelado servicios. El metro de Londres funcionaba ayer con bastante
normalidad.
Los servicios de ambulancias han pedido a los usuarios
que sólo requieran sus servicios en casos de vida o muerte. El Gobierno
ha aconsejado a la población que no viaje si no es estrictamente
necesario. El servicio de asistencia técnica en carretera más popular
del país, AA, apenas da abasto porque sus propios vehículos tienen
problemas para moverse dadas las cantidades de nieve caída.
En
Aviemore, en las Tierras Altas de Escocia, se han contabilizado 47
centímetros de nieve. En zonas del área de Oxford y de Buckinghamshire,
las cotas medidas se acercan a los 20 centímetros. Lo peor quizá venga
en los próximos días, cuando cese de nevar y la nieve caída se convierta
en hielo. Muchos ayuntamientos se están quedando sin sal para evitar
que se hielen las carreteras y en algunas zonas costeras se está
recurriendo a la arena de las playas para protegerlas.
El
pronóstico del tiempo para los próximos días es algo más benigno, aunque
aún se esperan nevadas en muchos puntos del país. La Oficina
Meteorológica tenía ayer activada la segunda alerta más extrema para
todo el país y la ha mantenido para hoy. La alerta para el viernes es
más benigna: grado 3 en el este y el noreste de Inglaterra y normal para
el resto del Reino Unido.
Las nevadas están afectando también a
las competiciones deportivas. Ayer fue suspendido el partido de la
primera división entre el Arsenal y el Bolton en Londres y las
semifinales de la Copa Carling.
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