28 diciembre 2009

Serán EU y China decisivos en la Conferencia de Copenhague

Copenhague, 13 de diciembre .- La participación y decisiones de Estados Unidos y China en la Conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático esta semana, serán claves para tratar de llegar al acuerdo que se quiere aprobar aquí en la lucha contra el fenómeno.   

Tras la primera de las dos semanas de Conferencia, del 7 al 18 de diciembre en la capital danesa, las delegaciones se alistan para a partir de este lunes acelerar las negociaciones y tomar decisiones a nivel ministerial y de Jefes de Estado y de Gobierno.   

La Conferencia, a la que asisten unas 15 mil personas de 192 países, busca llegar a un nuevo acuerdo que permita la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que generan el calentamiento de la tierra. 
  

Los objetivos a alcanzar son la reducción de emisiones entre un 25 a 40 por ciento en los países industrializados, recortes en países de desarrollo, el financiamiento y la transferencia tecnológica para adaptación y mitigación en naciones en desarrollo.   

Asimismo, se quiere acordar un nuevo instrumento legal vinculante para la lucha a largo plazo contra el cambio climático, una vez que en diciembre de 2012 venza el primer periodo de implementación del Protocolo de Kyoto.   

Tanto la presidenta de la Conferencia, la ministra danesa de Medio Ambiente Connie Hedegaard, como los negociadores de la Unión Europea (UE), han reconocido que lo que hagan o dejen de hacer Estados Unidos y China en este proceso será un factor clave.   

A diferencia de otros escenarios multilaterales, en el de cambio climático se hace cada vez más evidente el peso de lo que algunos llaman el G-2 conformado por ambos países, que conforme avanza el proceso se ven más obligados a entenderse y liderar su desarrollo.   

Estados Unidos, que no forma parte del Protocolo de Kyoto, pero sí de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y participó del Plan de Acción de Bali, es el referente de los países industrializados en este proceso en el marco de Naciones Unidas.   

China, por su parte, participa de todos estos instrumentos como un país en vías de desarrollo, y según esos acuerdos le corresponde ubicarse en ese grupo de naciones que deben recibir dinero de los países industrializados para adaptación y mitigación al cambio climático. 
 
En esta circunstancia, Estados Unidos no tiene obligación de asumir sus compromisos como lo precisa el Protocolo de Kyoto, aunque sí un deber moral de responder tanto en recorte de emisiones como en aportar financiamiento, por su histórica responsabilidad en desarrollarse con altas emisiones.   

A pesar de ello, Estados Unidos se mantiene como el referente para los países industrializados, quienes en este proceso esperan la palabra final del presidente Barack Obama para definir sus alcances en sus compromisos en la lucha global contra el cambio climático.   

Mientras, China encabeza el Grupo en el que se le suman 77 países en vías de desarrollo, uno de los más fuertes en este proceso y que además reúne economías emergentes, y cuyas decisiones influencian a otras partes de la negociación.   

Según organismos internacionales y las Naciones Unidas, China y Estados Unidos son los dos países que más emisiones de gases de efecto invernadero emiten, siendo el país asiático el que ya supera a la potencia americana por muy escaso margen.  

El nivel de China como emisor es uno de los principales argumentos para países desarrollados, incluido Estados Unidos, para exigirle al gobierno del país asiático asuma un nivel superior que lo precisa el Protocolo de Kioto para las naciones en vías de desarrollo.  


Todo ello, hace que muchas delegaciones se pregunten quién debe pagar la lucha global contra el cambio climático, toda vez que desde 1997 cuando el Protocolo de Kioto hizo las distinciones entre ricos y pobres, al día de hoy, las cosas son muy diferentes.   

Por ello, en la Conferencia de Copenhague hay algunas voces de países desarrollados que piden que las economías emergentes, principalmente China, pero también India, Brasil, México, Indonesia y Sudáfrica, asuman un mayor compromiso debido a sus altas emisiones.  


En los pasillos de la Conferencia se ha escuchado en ocasiones a delegados de países industrializados preguntarse: "Si China financia el déficit a Estados Unidos, ¿cómo es que Estados Unidos tiene que financiar en cambio climático a China?".   

No obstante, China y una gran parte de países en desarrollo exigen que a pesar de ello haya un compromiso de los países industrializados en saldar la deuda por su crecimiento económico con un alto nivel de emisiones contaminantes.   

Incluso, algunos países en vías de desarrollo y de las naciones menos desarrolladas insisten más en ello al ver que China podría en su momento actuar como más como "gigante" económico tratando de resguardar sus intereses y equilibrar sus relaciones con otras potencias.   

De cara al inicio de la segunda semana de Conferencia de Copenhague, la ministra danesa consideró como un signo positivo para la negociación que Estados Unidos y China sostengan conversaciones informales para tratar de contribuir con sus decisiones a impulsar al proceso.   

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, dijo que Estados Unidos al no ser parte del Protocolo de Kioto no asume las obligaciones al mismo nivel que la Unión Europea, mientras que China que sí es parte del Tratado no tiene obligaciones por ser país en vías de desarrollo.   

Recalcó que esa circunstancia se debe revisar en las negociaciones, ya que "se trata de los dos países más contaminantes del mundo". (Con información de Notimex/JOT)

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