Los candidatos a la Presidencia de Chile
que lograron su pase a la segunda vuelta, Sebastián Piñera y Eduardo
Frei, apelaron a los votantes de los otros dos aspirantes no
clasificados a sumarse a su opción en la contienda que tendrá lugar el
17 de enero.
El último boletín del Servicio Electoral, emitido a las 11:00 pm hora local, confirmó la tendencia anunciada originalmente: Piñera, abanderado de la centro-derecha obtuvo cerca del 44% de los sufragios, mientras que Frei, la opción de la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia de centro-izquierda le siguió con cerca del 30%.
Ese cuarto será objeto ahora de una fiera disputa por parte de quienes quedaron en pie en primera vuelta. Y en sus discursos de la noche de este domingo comenzó a dejarse ver cuál será la estrategia de parte y parte.
Sumar y restar
Tanto Piñera como Frei dijeron apostar por el cambio, entender las agendas de quienes votaron por el tercer y el cuarto contendiente, y estar comprometidos con encabezar gobiernos de inclusión, pero hubo algunos matices respecto a la forma en que se refirieron a su correspondiente rival.
Sólo soy el mensajero y el vocero de lo que ustedes me han entregado y esa es una realidad que me hace imposible cualquier pretensión de endosar los votos de ustedes. Se hace imposible que abuse de la confianza que me han dado
Marco Enríquez-Ominami,
candidato independiente
Frei, por su parte, hizo una alusión indirecta a algunos de los "puntos débiles" de su adversario, en virtud de la vinculación histórica de la derecha con el régimen de Augusto Pinochet. "Tenemos un compromiso claro y profundo con los derechos humanos. No a la amnistía, no a la ley de punto final. Que los tribunales sigan ejecutando su labor", dijo por un lado.
"Quiero señalar que hace años abandoné los negocios y me dediqué por completo a la política", señaló más adelante, en alusión al hecho de que Piñera es un poderoso empresario con intereses en la aeronáutica y los medios de comunicación, entre otros.
El tercero y el cuarto
Por su parte, Marco Enríquez-Ominami descartó cualquier posibilidad de adherirse a un pacto para contribuir al triunfo de uno de los contendientes.De acuerdo con encuestas recientes, a pesar de que Enríquez-Ominami representó una candidatura de izquierda, cerca de un tercio de sus votos irían a parar a la cuenta de Piñera: serían los sufragios de los descontentos con la gobernante Concertación, que vieron en el joven independiente la posibilidad de aplicar un castigo.
El resto se repartiría entre Frei y los indecisos, en proporciones que resultarán decisivas el 17 de enero.
Por su parte, Jorge Arrate insistió en la necesidad de evitar un triunfo de la derecha, y ratificó su intención de brindar apoyo a Eduardo Frei.
Debate de altura
Por su parte, la actual presidenta, Michelle Bachelet, destacó el ejemplo de "cultura democrática y espíritu cívico", exhibido por los chilenos en la jornada de votación.Sin embargo, recordó que no se ha escrito la última página de esa historia, y exhortó a los aspirantes a sustituirla para dar prioridad a un "debate de ideas (en el que) no se pierda de vista el interés nacional y el bien común".
Por otro lado, se refirió al triunfo, por primera vez, de candidatos del Partido Comunista a diputaciones en el Congreso, un hecho que calificó como la "derrota de la exclusión".
La mandataria señaló que ésta sería la última elección con ciertos elementos del pasado, como la inscripción voluntaria y el voto obligatorio para todos los inscritos, y manifestó su deseo de que una reforma modifique el actual sistema de elección legislativa -llamado binomial, que favorece la repartición casi en mitades de las cámaras entre dos partidos- por uno más representativo.
http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/12/091213_0026_chile_resultados_gm.shtml
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