El primer ministro británico,
Gordon Brown, prometió este domingo un nuevo empuje en contra del
Talibán, durante una visita sorpresa a Afganistán.
Brown sostuvo conversaciones con el presidente
afgano, Hamid Karzai, en una base aérea en Kandahar y posteriormente se
reunió con las tropas británicas desplegadas en ese país.
El premier dijo que los próximos meses serán
"críticos" e instó al gobierno de Afganistán a tener un mayor rol al
enfrentar al Talibán.
Además, insistió en que las fronteras afganas
son "el epicentro del terrorismo global" y las operaciones allí estaban
directamente vinculadas a la seguridad en las calles británicas.
Soldados afganos
Brown y Karzai ofrecieron enviar 10.000 soldados
afganos adicionales para que sean entrenados a la provincia de Helmand,
donde se encuentra la mayoría de las tropas británicas.
También se anunció el despliegue de otros 10.000
policías afganos en Helmand y Kandahar.
Al ser preguntado sobre el tema de la corrupción
en la administración de Kabul, Brown respondió que Karzai presentaría
sus planes, que incluyen mejoras en el gobierno, durante una conferencia
en Londres que se realizará en enero.
Un corresponsal de la BBC indicó que
anteriormente el premier británico había asumido una línea dura frente
al presidente afgano en torno al tema de la corrupción y al incremento
del número de tropas afganas.
Sin embargo, en una rueda de prensa conjunta,
Brown y Karzai descartaron que hubiera un distanciamiento entre ambos.
El primer ministro británico dijo que "mantenía
la mejor de las relaciones2 con Karzai, mientras que su homólogo afgano
aseguró que se sentía "feliz y honrado" de poder llamar amigo a Gordon
Brown.
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