La policía danesa detuvo este
domingo al menos 200 manifestantes en la Conferencia de Naciones Unidas
sobre cambio climático mientras líderes religiosos se pronunciaron sobre
la reunión que se lleva a cabo en Copenhague.
Las autoridades señalaron que la protesta en la
zona portuaria de la ciudad no estaba autorizada.
Los últimos arrestos se suman a las detenciones
de al menos a 900 manifestantes que participaron el sábado en otra
protesta en Copenhague.
Los ministros que asisten la conferencia han
estado reuniéndose para discutir un borrador del texto de un acuerdo
para combatir el cambio climático, en anticipación de negociaciones de
más alto nivel previstas para la próxima semana.
Los ministros están buscando avances en temas
claves con los recortes específicos en las emisiones de gases de
invernadero y cómo ayudar económicamente a los países más pobres para
facilitar su adaptación a esos cambios.
Iglesias también se pronuncian
Este domingo las autoridades eclesiásticas de
varias partes del mundo asistieron una ceremonia religiosa en la
catedral de Copenhague.
“Este es un problema que si no lo resolvemos
nadie va a sobrevivir. Este es un problema a raíz del cual o todos
saldremos ganadores o perdedores. Lo que estamos diciendo es que nos
juntemos, que nos juntemos para demostrar que este mundo puede ser un
sitio mejor para todos”, señaló desde Copenhague el arzobispo
sudafricano, Desmond Tutu.
La ceremonia se llevó a cabo a las tres de la
tarde, hora local, y se repitió en varias otras ciudades del mundo.
“Las campanas repicaron al mismo tiempo
alrededor del mundo, desde Fiji en el Pacífico sur, hasta Brasil,
Estados Unidos y Canadá, al igual que en la sede de la conferencia de
cambio climático en Copenhague”, señaló la periodista de la BBC, Fiona
Werge.
Muchos llevaban símbolos del calentamiento
global, incluyendo una piedra de un glaciar en Groenlandia, corales
desteñidos del Océano Pacífico y una mazorca resecada de Zambia.
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