COPENHAGUE/OSLO (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, llamó el jueves a los líderes mundiales a superar el
estancamiento en las negociaciones sobre cambio climático en Copenhague,
pese a que muchas naciones han acusado a Estados Unidos de falta de
ambición.
En una medida que podría fortalecer la postura de Obama cuando los
líderes mundiales se reúnan en las charlas de Naciones Unidas la próxima
semana, tres senadores de Estados Unidos delinearon el jueves un
proyecto de ley ambiental que busca ganar los votos necesarios para ser
aprobado el próximo año.
Al aceptar su Premio Nobel de la Paz en la vecina Noruega, Obama
advirtió sobre las nefastas consecuencias si el mundo no toma medidas
para reducir las crecientes emisiones de dióxido carbono de la quema de
combustibles fósiles y la deforestación, que los científicos dicen está
calentando la atmósfera.
"El mundo debe unirse para confrontar el cambio climático", dijo
Obama en su discurso de aceptación. "No hay disputas científicas de que,
si no hacemos nada, enfrentaremos más sequía, hambruna y
desplazamientos masivos que alimentarán más conflictos durante décadas",
agregó el mandatario.
Obama propondrá reducciones de las emisiones de Estados Unidos en
Copenhague, pero aún tiene que lograr el apoyo del Congreso. Aunque un
proyecto de ley sobre clima fue aprobado por poco en la Cámara de
Representantes en junio, el Senado aún debe aprobar una legislación.
En Washington, los senadores no dieron detalles de su compromiso,
pero dijeron que la meta de reducir las emisiones estadounidenses de
gases de efecto invernadero en un 17 por ciento bajo sus niveles del
2005 para el 2020 es "posible y aceptable".
Las charlas que se realizan hasta el 18 de diciembre en Copenhague
están destinadas a acordar el marco de un pacto climático que extienda o
reemplace al actual Protocolo de Kioto desde el 2013.
Sin embargo, las negociaciones se han estancado por las discusiones
sobre quién debería reducir sus emisiones, quién es más responsable y
quién debería pagar.
Se espera que las negociaciones produzcan un acuerdo en un fondo
inicial de cerca de 10.000 millones de dólares anuales hasta el 2012
para ayudar a las naciones pobres a combatir el cabio climático y hacer
sus economías más ecológicas.
Pese a ello, los países en desarrollo creen que las reducciones de
emisiones prometidas por las naciones ricas, especialmente Estados
Unidos, son demasiado bajas.
La pequeña Tuvalu, un grupo de islas bajas del Pacífico, llevó parte
de las conversaciones a un estancamiento el jueves. Las sesiones
plenarias principales fueron suspendidas para hacer consultas, aunque
delegados continuaron con sus reuniones a un costado de la conferencia.
Tuvalu, que teme ser borrado del mapa por el aumento del nivel del
mar, insistió en que la conferencia debe considerar su un tratado
legalmente vinculante sobre la reducción de emisión de gases de efecto
invernadero más ambicioso de lo que Estados Unidos y otras naciones
ricas ofrecen.
(Reporte adicional de Emma Graham-Harrison en Copenhague y Kwok W.
Wan en Londres; Escrito por David Fogarty; Editado en español por
Ricardo Figueroa)
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