Los 127 lobos marinos que aparecieron muertos el pasado 4 de noviembre en
las orillas del balneario de Colán, en Piura, no solo fueron
envenenados, sino también recibieron impactos de bala (aparentemente de
una escopeta).
Así lo indica un informe realizado por el equipo de investigación de
la Organización Científica para la Conservación de Animales Acuáticos
(ORCA).
De acuerdo con lo especificado por dicha organización, que junto a
la División de Ecología de la Policía Nacional del Perú realizó el
examen médico forense a los 127 lobos marinos para determinar las
verdaderas causas del varamiento, el 20 por ciento de los animales
revisados presentaban impactos de bala calibre 38 y 45 de escopeta.
Asimismo, al 11 por ciento de los lobos se les halló con signos de
haber sufrido la extracción de sus testículos; y otro tanto presenta
contusiones, laceraciones y hematomas producto de palazos y golpes en el
cráneo.
Además, cabe precisar que el 100 por ciento de los casos registraron
signos de envenenamiento, debido a la acción de un veneno con
sustancias detergentes (organofosforados y organoclorados), las cuales,
según lo manifestado por los especialistas, generan automáticamente
cólicos e hiperacidez gástrica, destruyen el sistema digestivo e
intoxican rápidamente el cerebro de los animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario