25 noviembre 2009

Todo un derroche de diplomacia

Ante cerca de doscientos periodistas, y sin aceptar preguntas, Barack Obama y Hu Jintao leyeron ayer en Pekín sendas declaraciones en las que expusieron sus coincidencias, pero también dejaron entrever sus diferencias. Tal como recoge la declaración final conjunta, los dos países reconocieron que la principal discrepancia se refiere a los Derechos Humanos en China, por lo que convocaron una ronda de diálogo en febrero del próximo año, en Washington, para acercar posturas. «Todos los pueblos y minorías tienen inherentes unos ciertos valores universales, que no son principios exclusivos de EE.UU., sino de todos los países», señaló el presidente norteamericano ante el máximo dignatario chino. Tras la de cal, una de arena, al reconocer Obama el principio de «una sola China» y la integridad de su soberanía territorial para rechazar la independencia de Taiwán y del Tíbet. No obstante, Obama instó al presidente chino a retomar el diálogo con el Dalai Lama, considerado un terrorista separatista por Pekín. De esta manera, ambos dirigentes cumplieron el expediente, con unos discursos para sus respectivas audiencias, que se dieron por satisfechas. Todo medido en una jornada marcada por la expectación que la visita de Obama ha despertado en China. En la imagen, el dignatario estadounidense pasa revista a las tropas que le rindieron honores. -Internacional

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