La
polémica está servida en Perú, donde el congreso podría discutir en los
próximos meses la ampliación de la despenalización del aborto gracias a
que la comisión parlamentaria que estudia el tema se negó a revisar su
proyecto de ley.
Este borrador -que pide eximir de penas a esta práctica en caso de malformaciones genéticas, incesto o violación- ya había sido presentado al parlamento la semana pasada, pero debió ser discutido nuevamente este martes por la comisión redactora a pedido del ministro de Defensa, Rafael Rey.
El funcionario amenaza con renunciar si se aprueba el proyecto, en lo que es un botón de muestra más del encendido debate que provoca el aborto en este país, mayoritariamente católico, donde sólo está despenalizado el aborto cuando la madre corre peligro de muerte.
Los apasionados argumentos a favor y en contra de una ampliación de esta norma se pudieron escuchar de parte de los dos grupos de manifestantes -fundamentalmente mujeres- que acompañaron la decisión de la comisión frente a la sede del congreso. Unas portaban pancartas que rezaban "voto a favor, aborto legal para no morir", y otras, rosarios e imágenes de fetos abortados mediante distintos procedimientos.
Mientras a un lado de la calle unas reclamaban a gritos el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos, desde la acera de enfrente clamaban "no al aborto, sí a la vida", y entonaban plegarias. La policía separó con gas pimienta a las más enardecidas.
Hacerse oír
Tras breves cavilaciones, la comisión parlamentaria que elaboró el proyecto de ley resolvió presentarlo sin más al presidente del congreso, a quien toca decidir si se someterá directamente a votación de la asamblea, o si primero se estudiará en la Comisión de Justicia.
En declaraciones a la prensa, Carlos Torres Caro, quien supervisó la redacción del documento, dijo que el pueblo "debe hacerse oír" en este debate "tan cargado desde el punto de vista emocional".
El proyecto busca que el Código Penal exima de penas a la mujer y los profesionales que aborten en caso que el embarazo sea fruto de violación o incesto, corra riesgo la salud de la madre o el feto sufra una malformación genética.
Supone una ampliación de la ley vigente, que data de 1924 y despenaliza solamente el aborto terapéutico. Hoy por hoy el aborto eugenésico se castiga con tres meses de cárcel.
El cardenal peruano Juan Luis Cipriani ha calificado el proyecto como propuesta de legalizar la "pena de muerte de los inocentes". Respaldado por el ministro de Defensa y el de Justicia, el prelado y otros obispos han afirmado que el aborto no debería validarse en ningún caso.
De acuerdo a una encuesta de Ipsos Apoyo publicada el domingo, más de la mitad de los 29 millones de peruanos estarían de acuerdo con esta postura.
Desde el otro bando, los grupos de defensa de los derechos de las mujeres sostienen que cada año se practican unos 370.000 abortos clandestinos en el país, lo que pone en riesgo la salud de las madres.
Según el corresponsal de la BBC en Lima, Dan Collyns, Cipriani ha puesto estas cifras en duda.
Lo que no se discute es que un eventual debate en el parlamento ya está provocando fuertes controversias.
http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/10/091021_1030_peru_aborto_med.shtml
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