Washington dejó claro ayer que no tomará ninguna decisión sobre el envío de más tropas a Afganistán mientras no se resuelva la crisis derivada de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el pasado mes de agosto, de las que todavía no se conoce el resultado oficial final.
«La cuestión para nosotros y para el presidente [Barack Obama] es saber si habrá un Gobierno creíble y un proceso electoral legítimo», dijo ayer a la cadena CNN el secretario general de la Casa Blanca, Rahm Emanuel.
Afganistán sufre un bloqueo al no saberse aún si será necesaria una segunda vuelta electoral, ya que a pesar de que los resultados preliminares otorgaron al actual presidente, Hamid Karzai, el 54,6% de los votos, hay que esperar a que el Comité Electoral de Quejas (CEQ) dé a conocer su informe tras estudiar las denuncias de fraude del otro candidato, Abdulá Abdulá. Algunas fuentes aseguran que el CEQ ha fijado en el 47% los votos conseguidos por Karzai. De ser así, sería necesario volver a las urnas. Una posibilidad que desestabilizaría todavía más al país en guerra.
En el hervidero diplomático en el que se ha convertido Kabul, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado de EEUU, John Kerry, dijo que sería «irresponsable» que Obama enviara más tropas antes de saber quién será el presidente. Occidente presiona a Karzai para que acepte los resultados, aunque celebraría un Gobierno de unidad que evitara la segunda vuelta.
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