20 octubre 2009

EE.UU. y su nueva política en Sudán

Redacción
BBC Mundo
Clinton anunció que la cooperación de Sudán será premiada con incentivos pero no dio mayores detalles.

Estados Unidos anunció una nueva política hacia Sudán que consiste en buscar un acercamiento activo con el gobierno de Jartum en vez de aislarlo.

La Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, indicó que la nueva política girará en torno a tres objetivos fundamentales: poner fin al conflicto en Darfur, implementar un acuerdo de paz entre el norte y el sur y garantizar que Sudán no se convierta en un país refugio para terroristas.

Clinton señaló que la cooperación con el gobierno sudanés vendrá acompañada de incentivos económicos y políticos -de los que no dio detalles- pero no descartó nuevas sanciones si el gobierno de Jartum no presta su colaboración.

La jefa de la diplomacia estadounidense dijo además que esta nueva fase no implica que Washington haya olvidado los efectos del "genocidio" en la región sudanesa de Darfur.

Por su parte, Sudán calificó el anuncio como un paso positivo pero condenó la utilización de la palabra "genocidio" en conexión con la región sudanesa pues según el gobierno de ese país, "no refleja la realidad de Darfur".

Detalles

La corresponsal de la BBC en Washington, Kim Ghattas, indicó que a pesar de los anuncios, el gobierno del presidente Barack Obama no negociará con el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, quien ha sido acusado de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Darfur y cuyo caso lleva la Corte Penal Internacional (CPI).

De acuerdo con Ghattas, otro nuevo elemento es el que el enviado especial de EE.UU. para Sudán, Scott Gration, habló de un enfoque integral en las relaciones con Sudán, es decir, que ahora la política del Departamento de Estado se centrará no sólo en Darfur sino en la estabilidad general del país.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que 300.00 personas han muerto en Darfur desde 2003.

La ONU calcula que unas 300.00 personas han muerto en Darfur desde 2003.

El conflicto en esa región sudanesa comenzó hace seis años cuando grupos rebeldes atacaron posiciones gubernamentales, acusando a Jartum de oprimir a los africanos negros y favorecer a los árabes.

Milicias árabes -que según el CPI actúan en concordancia con el gobierno- respondieron con violencia, provocando lo que EE.UU. y grupos defensores de los derechos humanos califican de genocidio.

En el pasado, Washington había anunciado sanciones de tipo económico hacia Sudán como respuesta a la violencia en Darfur.

Aunque Jartum niega haber dado respaldo a las milicias, la CPI en La Haya ordenó el arresto de Al-Bashir a principios de 2009 tras acusarlo de crímenes de guerra.

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