Redacción
BBC Mundo
El incidente se llevó a cabo durante una reunión de guardias y jefes tribales.
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmandinejad, denunció la cooperación de "agentes de seguridad de Pakistán" con los autores de un ataque que causó la muerte este domingo a al menos más de 42 personas -entre ellas varios altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní- en la provincia de Sistán-Baluchistán, en el sureste del país.
"Pedimos al gobierno paquistaní que no retrase la captura de los principales elementos del ataque", cometido contra comandantes del cuerpo de élite, dijo el líder iraní.
El ministro de Exteriores también denunció el supuesto uso de suelo paquistaní por parte de los rebeldes para atacar al vecino Irán.
Las autoridades paquistaníes condenaron el ataque y negaron cualquier implicación de sus agentes en lo ocurrido.
Por su parte, la agrupación radical sunita que opera en la región, Jundallah, se responsabilizó de los hechos, según medios oficiales.
Mientras, el portavoz del parlamento iraní, Ali Larijani, dijo que la "acción estadounidense" contribuyó al ataque, en el que también resultaron heridas más de 20 personas.
El corresponsal de la BBC en Teherán, Jon Leyne, informó que medios iraníes también responsabilizaron a Estados Unidos y al Reino Unido del atentado. Pero EE.UU. condenó el ataque y calificó como falsos los informes iraníes sobre la supuesta participación de Washington en los ataques.
Reunión de guardias y jefes
Las agencias oficiales aseguraron que uno o más atacantes habrían estado involucrados en el incidente que se llevó a cabo durante una reunión de guardias y jefes tribales.
El general Shooshtari está entre los cinco comandantes que murieron en el atentado.
El vicecomandante de la Guardia, el general Noor Ali Shooshtari, y el jefe de la delegación provincial, Rajab Ali Mohammadsadeh, están entre los seis altos mandos que murieron.
Los comandantes se encontraban en la región fronteriza con Pakistán para asistir a una reunión con líderes de tribus chiitas y sunitas, que también perdieron la vida.
La provincia de Sistán-Baluchistán está conformada principalmente por la etnia Baluchi. Se trata de musulmanes sunitas, algunos de los cuales se oponen al régimen chiita.
Captura y castigo
Los criminales recibirán pronto una respuesta por sus crímenes anti humanos
Mahmoud Ahmandinejad
Desde Teherán, Ahmandinejad aseguró que los responsables serán castigados.
"Los criminales recibirán pronto una respuesta por sus crímenes anti humanos," dijo Ahmandinejad según informó la agencia Irna.
Entre tanto, Alí Larijani expresó sus condolencias a los "mártires" durante la sesión de apertura del parlamento y agregó que "la intención de los terroristas era definitivamente afectar la seguridad en la provincia Sistán-Baluchistán".
Por su parte el Ministerio del Interior iraní emitió un comunicado en su página en internet donde advierte que "muy pronto capturarán a los que llevaron acabo esta acción terrorista y los castigaremos".
"Según medios estatales, uno o más atacantes suicidas utilizaron como blanco al grupo de altos mandos de la Guardia Revolucionaria, que había arreglado un encuentro con líderes tribales", informó Leyne.
Por otra parte varios reportes de agencias de noticias indican uno de los atacantes se encontraba dentro de la sala de reuniones, mientras que la segunda bomba pudo haber explotado cuando el convoy de guardias se acercaba al lugar.
La provincia iraní, que también tiene frontera con Afganistán, es blanco de contrabando, narcotráfico, bandolerismo y secuestros.
La agrupación Jundallah, también conocida como Movimiento de Resistencia Popular de Irán, dice luchar contra la opresión política y religiosa que hay en ese país hacia la minoría sunita.
En mayo pasado tres hombres fueron ejecutados por su participación en el atentado a una mezquita en la ciudad de Zahedan y que causó la muerte de unas 19 personas.
Dos años antes la Guardia Revolucionaria también fue objeto de ataques en esa localidad. Entonces murieron 11 personas.
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