19 octubre 2009

La "tragicomedia" electoral afgana

Lyse Doucet
BBC, Kabul
Las elecciones en Afganistán han estado rodeadas de controversia.
Casi dos meses después de que millones de afganos votaran para presidente, por fin han sido informados acerca del veredicto de sus votos, pero todavía no termina todo.

Luego de meses de demoras y de tensión creciente, la Comisión de Quejas Electorales (ECC por sus siglas en inglés) de Afganistán ha publicado los resultados en su sitio de internet después de una larga y controversial investigación acerca de lo que Naciones Unidas llama fraude "extendido".

Lo publicado confirma lo que ha sido un secreto a voces por muchos días: que el presidente Hamid Karzai obtuvo menos del 50% necesario para derrotar en primera vuelta a su principal contendor, Abdullah Abdullah.

Pero, en una elección que se ha convertido en una profunda crisis política, la Comisión Electoral Independiente (IEC por sus siglas en inglés) cree ahora que debe tener la última palabra.

Cuando comenzó este enredado proceso, la ECC, el único cuerpo electoral compuesto de representantes afganos y extranjeros, era considerado como el "árbitro definitivo".

El papel de la IEC, acusada por muchos de estar muy cerca al presidente -quien nombró a todos sus comisionados-, era de ratificar y anunciar los resultados.

Ahora dice que necesita "uno o dos días" para examinar los detalles del informe de la ECC.

Una fuente advirtió de un posible "choque de trenes". Otros todavía esperan que se llegue a un acuerdo de última hora.

¿"Victoria" robada?

El informe de la ECC se concentra en tres temas principales: un recuento y auditoría de cerca de 10% de urnas electorales sospechosas; una investigación acerca de más de 600 denuncias de fraude; y las más de 600 urnas electorales que fueron puestas en cuarentena.

Fuentes que han estado reuniéndose con el presidente dicen que él insiste en que su victoria le fue robada en el recuento. En los primeros datos electorales publicados en septiembre, obtuvo 54,6% del voto, derrotando a su antiguo ministro, Abdullah, quien llegó a 27,7%.

Algunos temen que una segunda vuelta de elecciones intensifique la violencia en el país.

El presidente le ha advertido repetidamente a países extranjeros que no intervengan en el proceso electoral. Las fuentes dicen que él cree firmemente que países occidentales, y especialmente Estados Unidos y el Reino Unido, están conspirando para robarle las elecciones.

Durante la última semana ha habido un constante influjo de visitantes al fortificado palacio presidencial en Kabul.

Estos incluyeron al senador demócrata estadounidense John Kerry, quien estuvo en Afganistán en este momento crucial, el canciller francés Bernard Kouchner, quien llegó a jugar un papel de mediación, y el ex embajador estadounidense nacido en Afganistán, Zalmay Khalilzad, quien para gran molestia de los funcionarios estadounidenses, dijo que había llegado por iniciativa personal a ayudar a resolver la crisis.

Enviados basados en Kabul, incluyendo al representante especial de Naciones Unidas Kai Eide, han estado también entrando y saliendo de la oficina del presidente. Mandatarios y funcionarios extranjeros han estado llamándolo desde el exterior.

La palabra clave a través de la comunidad internacional ha sido "legitimidad", que el proceso electoral respaldado por Naciones Unidas debe ser respetado.

La reacción afgana a estas complejas demoras ha ido desde la apatía a la furia.

Fuentes sostienen que en los últimos días se han dado discusiones intensivas y en ocasiones acaloradas acerca de la metodología empleada para descartar votos fraudulentos.

"Tragicomedia electoral"

En semanas recientes, el respetado experto de Naciones Unidas en temas electorales, el colombiano Carlos Valenzuela, ha estado visitando las oficinas del Presidente Karzai y el candidato Abdullah, cuidadosamente explicando la base científica de la metodología empleada en este proceso altamente politizado.

Las últimas semanas en Kabul han sido lo que un diplomático describió como una "tragicomedia", con la ECC anunciando, y después teniendo que revisar, y explicar, sucesivos plazos perdidos para sus veredictos.

Decisiones urgentes acerca del número de tropas estadounidenses y fondos vitales de ayuda extranjera están siendo retenidos hasta que surja un gobierno "creíble".

Todas las miradas están ahora sobre el anuncio de la IEC. Pero el siguiente paso no será más facil. Una segunda vuelta de votación produce miedo en afganos y extranjeros por igual. Hay agudas preocupaciones acerca de si una segunda ronda podría resultar en menos asistencia a las urnas, mayor violencia y todavía menor legitimidad.

La segunda vuelta debería llevarse a cabo dos semanas después del anuncio formal de resultados, pero el invierno está llegando a muchas partes del país.

Hay mucha discusión acerca de si una segunda vuelta es exigida por la constitución, o si podría ser reemplazada por negociaciones para formar algún tipo de "gobierno compartido" entre Karzai y Abdullah.

Su relación personal se ha deteriorado en los últimos meses, con Abdullah acusando a su rival de responsabilidad personal por un "fraude masivo diseñado por el estado".

Abdullah ha insistido en que quiere que se anuncien los resultados antes de entrar en negociaciones. El presidente Karzai ha estado insistiendo en que quiere ser declarado el ganador y que entonces forjará un gobierno incluyente.

A lo largo de Afganistán, y en muchas capitales, hay una profunda esperanza en que los políticos afganos puedan encontrar una solución pacífica, por el bien de un país que enfrenta enormes desafíos.

Pero las medidas de seguridad son estrictas, con vehículos blindados en las calles, por si las cosas no resultan así.

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