Después de varias investigaciones, incluidos expertos en
espionaje electrónico de la Agencia
de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, se ha podido
confirmar el origen de los ciberataques que sufrió Google en China y que
llevaron a éste a amenzar
a las autoridades chinas con abandonar sus operaciones en el país
asiático.
Según ha publicado el diario The New York Times, los
ataques procedían de dos instituciones, en concreto de la universidad de
elite Shanghay Jiaotong y la escuela de formación profesional de
Lanxiang. Lo que no han podido constatar estos análisis es si el
gobierno chino estuvo detrás de los sabotajes como en su día insinuó la
compañía californiana, que acusó al regimen chino de haber instigado al
incidente. Es posible, según la citada información, que los ordenadores
de ambas instituciones educativas fueran manipulados, incluso desde
fuera del país.
Google denunció el pasado 12 de enero que sus operaciones
habían sido blanco de ciberataques, probablemente procedentes de China,
con el fin de acceder a la correspondencia de disidentes chinos además
de robarle a la empresa códigos y secretos comerciales. Una veintena más
de empresas, aparte de Google, fueron afectados por los ciberataques,
que los investigadores creen pudieron comenzar en abril del año pasado.
Tras el ataque a Google, las relaciones diplomáticas
entre Estados Unidos y China se han tensado y desde la Administración
estadounidense se ha exigido una explicación. Asimismo, se ha venido
censurando la actuación de algunos gobiernos que como el chino están
torpedeando continuamente las libertades en internet, algo que se
ha convertido en una prioridad del Gobierno de Obama, según aseguró
durante una conferencia la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
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