El conflicto por la explotación petrolera que el Gobierno británico
intenta realizar en las Islas Malvinas se encamina a las Naciones
Unidas. Desde el Gobierno aseguraron que el canciller argentino, Jorge
Taiana, se reunirá el miércoles próximo en Nueva York con Ban-Ki Moon,
secretario general de la ONU, a quien expondrá "la posición argentina
frente a los actos unilaterales del Reino Unido con respecto a las Islas
Malvinas", según lo explicaron fuentes oficiales.
Así, Taiana pedirá que se cumpla con las resoluciones que la organización internacional dictaminó sobre el tema de la soberanía en las islas, que instan al Reino Unido y Argentina a negociar diplomáticamente sobre la cuestión. "Gran Bretaña pretende explotar en forma unilateral e ilegítima recursos naturales que son de la República Argentina, tenemos que tomar las medidas adecuadas para defender nuestros intereses y derechos", expresó el vicecanciller, Victorio Taccetti.
Todo esto se suscitó luego de que la presidenta Cristina Kirchner firmara el martes un decreto que exige un permiso previo del Gobierno nacional a todo barco que se dirija hacia o desde las islas a puertos nacionales, o atraviesen Mar Argentino con destino a las mismas.
Asimismo, Javier Porta, vocero de Cancillería, en comunicación con este diario agregó que es positivo que la reunión con Ban-Ki Moon se realice luego de este fin de semana, cuando Taiana se reunirá en México con cancilleres del Grupo de Río e intentará, entre otras cuestiones, conseguir un apoyo regional para con nuestro país en la resolución del conflicto. La Presidenta participará la semana próxima de la cumbre del Grupo.
La medida argentina generó fuertes reacciones entre los congresistas británicos del grupo mixto parlamentario sobre Malvinas, cuyo secretario, Andrew Rosindell, pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores que se convoque al embajador argentino en Londres para manifestar su rechazo. Además, aseguró que "cualquier intento de la Argentina de reclamar algún tipo de derecho de soberanía sobre esa región es algo que debemos tomar muy en serio". Mientras, el presidente del mismo grupo, Nicholas Winterton, calificó el decreto de "patético e inútil" ya que subrayó que la Argentina no tiene jurisdicción sobre las islas, puntualizando que "los argentinos están librándose nuevamente a una conducta hostil, aunque hasta ahora sólo en palabras, contra un vecino amigo", refiriéndose a su propio país que ocupa las islas desde 1833.
Además, en diarios británicos se informó de presiones que algunos miembros del Partido Conservador están ejerciendo sobre el primer ministro, Gordon Brown, para reforzar la presencia militar en las islas y, que de esa forma, "no haya duda" de la decisión de Londres de llevar adelante la exploración petrolera: "Debería ser dejado completamente en claro que la búsqueda de petróleo en las Falklands (Malvinas) es totalmente legítima y que no se verá afectada por ninguna amenaza o interferencia de Argentina", declaró William Hague, representante de asuntos exteriores de los conservadores.
Según analistas británicos, aunque el lobby isleño es muy fuerte dentro del Parlamento británico, desde el laborismo se resisten a escalar este conflicto. Es que Brown se enfrenta a nuevas elecciones en mayo, al mando de un país con problemas económicos y con sus recursos militares centralizados en Afganistán. Así, buscaría enfriar el tema, en la medida que la presión conservadora se lo permita.
En este sentido, Porta también sostuvo que Brown había negado la posibilidad de una intervención militar. "Ese tipo de reclamo intenta correr el eje de fondo, cuando la ONU reconoció que existe una disputa por soberanía que debe solucionarse de manera pacífica", aseguró el vocero.
Así, Taiana pedirá que se cumpla con las resoluciones que la organización internacional dictaminó sobre el tema de la soberanía en las islas, que instan al Reino Unido y Argentina a negociar diplomáticamente sobre la cuestión. "Gran Bretaña pretende explotar en forma unilateral e ilegítima recursos naturales que son de la República Argentina, tenemos que tomar las medidas adecuadas para defender nuestros intereses y derechos", expresó el vicecanciller, Victorio Taccetti.
Todo esto se suscitó luego de que la presidenta Cristina Kirchner firmara el martes un decreto que exige un permiso previo del Gobierno nacional a todo barco que se dirija hacia o desde las islas a puertos nacionales, o atraviesen Mar Argentino con destino a las mismas.
Asimismo, Javier Porta, vocero de Cancillería, en comunicación con este diario agregó que es positivo que la reunión con Ban-Ki Moon se realice luego de este fin de semana, cuando Taiana se reunirá en México con cancilleres del Grupo de Río e intentará, entre otras cuestiones, conseguir un apoyo regional para con nuestro país en la resolución del conflicto. La Presidenta participará la semana próxima de la cumbre del Grupo.
La medida argentina generó fuertes reacciones entre los congresistas británicos del grupo mixto parlamentario sobre Malvinas, cuyo secretario, Andrew Rosindell, pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores que se convoque al embajador argentino en Londres para manifestar su rechazo. Además, aseguró que "cualquier intento de la Argentina de reclamar algún tipo de derecho de soberanía sobre esa región es algo que debemos tomar muy en serio". Mientras, el presidente del mismo grupo, Nicholas Winterton, calificó el decreto de "patético e inútil" ya que subrayó que la Argentina no tiene jurisdicción sobre las islas, puntualizando que "los argentinos están librándose nuevamente a una conducta hostil, aunque hasta ahora sólo en palabras, contra un vecino amigo", refiriéndose a su propio país que ocupa las islas desde 1833.
Además, en diarios británicos se informó de presiones que algunos miembros del Partido Conservador están ejerciendo sobre el primer ministro, Gordon Brown, para reforzar la presencia militar en las islas y, que de esa forma, "no haya duda" de la decisión de Londres de llevar adelante la exploración petrolera: "Debería ser dejado completamente en claro que la búsqueda de petróleo en las Falklands (Malvinas) es totalmente legítima y que no se verá afectada por ninguna amenaza o interferencia de Argentina", declaró William Hague, representante de asuntos exteriores de los conservadores.
Según analistas británicos, aunque el lobby isleño es muy fuerte dentro del Parlamento británico, desde el laborismo se resisten a escalar este conflicto. Es que Brown se enfrenta a nuevas elecciones en mayo, al mando de un país con problemas económicos y con sus recursos militares centralizados en Afganistán. Así, buscaría enfriar el tema, en la medida que la presión conservadora se lo permita.
En este sentido, Porta también sostuvo que Brown había negado la posibilidad de una intervención militar. "Ese tipo de reclamo intenta correr el eje de fondo, cuando la ONU reconoció que existe una disputa por soberanía que debe solucionarse de manera pacífica", aseguró el vocero.
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