
Si
se adopta la agricultura orgánica en todo el mundo, las emisiones de
CO2 se reducirían en 11%, dice el informe.
La agricultura orgánica es una
herramienta clave para frenar el cambio climático, asegura un informe
publicado recientemente por la Asociación para los Suelos, una
organización sin fines de lucro con base en el Reino Unido.
Los métodos que utiliza la agricultura orgánica (rotación de cultivos y fertilizantes naturales, entre otros) hacen que la tierra absorba una mayor cantidad de dióxido de carbono, que, si se emplean otros métodos agrícolas, se liberaría en la atmósfera contribuyendo al calentamiento global.
El suelo es el principal banco de carbono del mundo
Patrick Holden, director
de la Asociación para los suelos
"Esta erosión se debe principalmente a la intensificación de la agricultura", agrega el experto.
Beneficios adicionales

Las
emisiones de la actividad agrícola han sido ignoradas en las
estrategias frente al cambio climático, dice la ONG.
Según Holden, si el mundo abandonase la agricultura intensiva y adoptase los métodos de la agricultura orgánica, "se podrían compensar el 11% de las emisiones de carbono a nivel global".
Pero las prácticas orgánicas no sólo permitirían reducir el nivel de CO2 en la atmósfera -atrapando el dióxido de carbono en el suelo- sino que tienen el beneficio adicional de mejorar la estructura y la calidad de los suelos, haciéndolos por ende más resistentes a las inundaciones y las sequías, fenómenos extremos que muchos científicos atribuyen también al cambio climático.
Peter Smith, profesor de Suelos y Cambio Global de la Universidad de Aberdeen, en el Reino Unido, concuerda con Holden en que cuando se agrega materia orgánica en los campos cultivados (práctica que emplea la agricultura orgánica), los suelos atrapan una mayor cantidad de CO2.
Sin embargo, disiente profundamente en que la agricultura orgánica -como práctica universal- pueda ofrecer soluciones frente al cambio climático.
La implementación de métodos orgánicos -haría necesario expandir los sembradíos a la selva y otras áreas de vegetación virgen. Esto sería un desastre para el cambio climático y la biodiversidad
Peter Smith, Unversidad
de Aberdeen
"Por esta razón, la implementación de los métodos orgánicos -que rotan los cultivos dejando tierras sin plantar por al menos dos años y tiene un rendimiento menor- nos obligaría a expandir los sembradíos a la selva y otras áreas de vegetación virgen", añade.
"Esto sería un desastre, tanto desde el punto de vista del cambio climático, como desde el punto de vista de la biodiversidad", asegura el científico.
¿Será posible?

¿Podrá la agricultura orgánica alimentar a la población
en continuo crecimiento?
"La gran pregunta es si la agricultura orgánica puede llegar a aumentar su productividad para alimentar a una población en constante crecimiento sin aumentar la cantidad de tierra de cultivo".
Para Holden la pregunta que hay que hacerse es otra. "Lo que hay que preguntarse es cómo vamos a alimentar al mundo de manera sostenible teniendo en cuenta el cambio climático, la disminución de los recursos y el aumento de la población".
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Según la Asociación para los Suelos la respuesta está en la agricultura orgánica, que, según la ONG, tiene el potencial de implementarse en todas partes del mundo.
América Latina así como otras regiones pueden cambiar sus prácticas sin mayores obstáculos. "Los principios que conforman la base de la agricultura son los mismos desde que se inició la actividad y sólo cambiaron con la llegada del siglo XX", argumenta Holden.
Por esta razón, "pueden ser adoptados nuevamente". Y ese es el camino que la agricultura debería emprender, dicen, "porque es un sistema de producción de alimentos que minimiza la dependencia de los recursos no renovables y de los recursos externos".
http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2009/12/091202_0949_agricultura_lp.shtml
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