Copenhague, 8 dic (PL) El secretario ejecutivo de la XV Convención Marco
de la ONU sobre Cambio Climático (COP 15), Yvo de Boer, instó hoy a
zanjar contenidos básicos y dejar los asuntos políticos para la próxima.
En el segundo día de sesiones, el funcionario convocó a los participantes a allanar asuntos puntuales como mitigación, adaptación, financiamiento, bosques y capacitación; de esa forma el camino estaría desbrozado para que en los días finales se traten solo los temas políticos.
La cita de Copenhague que finalizará el 18 de diciembre próximo puede ser la última oportunidad para llegar a un acuerdo viable y vinculante que ayude a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de 40 por ciento con respecto a 1990 y evitar que la temperatura global aumente más de dos grados.
El mundo ha llegado a un punto en que es necesaria una inflexión, pues la temperatura global ha aumentado casi un grado Celsius por culpa de la acción del hombre, indicaron científicos presentes aquí.
Los efectos de ese recalentamiento se aprecian en la mayor ocurrencia de fenómenos extremos y en el deshielo de los glaciares y casquetes polares.
De Boer opina que la Cumbre ha tenido un buen comienzo, los países ricos prometieron una ayuda anual de 10 mil millones de dólares para el 2010-2012.
Sin embargo, problemas medulares como la financiación a largo plazo y el recorte de las emisiones apuntan como los principales escollos en las negociaciones.
Lo prometido, hasta ahora, por los países ricos en cuanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero tampoco es suficiente, pues dista mucho de la meta propuesta por la ONU de entre 25 y 40 por ciento con respecto al año base 1990.
El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó recién un plan que prevé un recorte de emisiones de 17 por ciento, objetivo criticado de forma tímida por el ex vicepresidente Al Gore, quien señaló que esa meta debería ser más ambiciosa.
Lo cierto es que el acuerdo que salga de Copenhague debe incluir una lista de compromisos y herramientas viables para que puedan cumplirse, precisó de Boer.
El político, señaló además, que el dinero de la financiación a los países en desarrollo no debe salir de la ayuda comprometida en la lucha contra la pobreza, si no de los recursos públicos.
Con la Cumbre de Copenhague se prevé culmine un proceso de preparación que se inició en la COP 13 que sesionó en Bali, Indonesia.
En el segundo día de sesiones, el funcionario convocó a los participantes a allanar asuntos puntuales como mitigación, adaptación, financiamiento, bosques y capacitación; de esa forma el camino estaría desbrozado para que en los días finales se traten solo los temas políticos.
La cita de Copenhague que finalizará el 18 de diciembre próximo puede ser la última oportunidad para llegar a un acuerdo viable y vinculante que ayude a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de 40 por ciento con respecto a 1990 y evitar que la temperatura global aumente más de dos grados.
El mundo ha llegado a un punto en que es necesaria una inflexión, pues la temperatura global ha aumentado casi un grado Celsius por culpa de la acción del hombre, indicaron científicos presentes aquí.
Los efectos de ese recalentamiento se aprecian en la mayor ocurrencia de fenómenos extremos y en el deshielo de los glaciares y casquetes polares.
De Boer opina que la Cumbre ha tenido un buen comienzo, los países ricos prometieron una ayuda anual de 10 mil millones de dólares para el 2010-2012.
Sin embargo, problemas medulares como la financiación a largo plazo y el recorte de las emisiones apuntan como los principales escollos en las negociaciones.
Lo prometido, hasta ahora, por los países ricos en cuanto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero tampoco es suficiente, pues dista mucho de la meta propuesta por la ONU de entre 25 y 40 por ciento con respecto al año base 1990.
El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó recién un plan que prevé un recorte de emisiones de 17 por ciento, objetivo criticado de forma tímida por el ex vicepresidente Al Gore, quien señaló que esa meta debería ser más ambiciosa.
Lo cierto es que el acuerdo que salga de Copenhague debe incluir una lista de compromisos y herramientas viables para que puedan cumplirse, precisó de Boer.
El político, señaló además, que el dinero de la financiación a los países en desarrollo no debe salir de la ayuda comprometida en la lucha contra la pobreza, si no de los recursos públicos.
Con la Cumbre de Copenhague se prevé culmine un proceso de preparación que se inició en la COP 13 que sesionó en Bali, Indonesia.
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