Una marcada división entre los
países en desarrollo parece haber surgido durante la tercera jornada de
la Cumbre sobre Cambio Climático que se está llevando a cabo en
Copenhague.
Las pequeñas islas Estado y los países pobres de
África más vulnerables a los impactos del cambio climático exigieron
que el resultado de la cumbre sea un tratado legalmente vinculante más
firme que el Protocolo de Kioto.
La iniciativa despertó la oposición de países en
desarrollo más ricos como China, que temen que un tratado más firme
signifique un retraso en su crecimiento económico.
Según el enviado de la BBC a Copenhague, Richard
Black, la división dentro del bloque de países en desarrollo es
bastante inusual, ya que éste tiende a hablar con una sola voz.
El negociador de Tuvalu, Ian Fry, dejó en claro
que su país no aceptará nada menos que una discusión a fondo sobre su
propuesta de un nuevo protocolo legal, que entregó a la convención del
clima de la ONU hace seis meses.
"Mi primer ministro y muchos otros jefes de
Estado tienen la intención de venir a Copenhague a firmar un acuerdo
legalmente vinculante", aseguró Fry.
"Tuvalu es uno de los países más vulnerables al
cambio climático y nuestro futuro depende del resultado de esta
cumbre", agregó el funcionario.
Crecimiento vs. calentamiento
El llamado de la isla fue respaldado por otros
miembros de la Alianza de las Pequeñas Islas Estado y por algunos países
de África como Sierra Leone, Senegal y Cabo Verde.
Tenemos un sistema válido para combatir el cambio climático
Su Wei, principal
negociador chino
Muchos reiteraron también la necesidad de que
los cambios de temperaturas no superen los 1,5ºC y que las
concentraciones de gases con efecto invernadero se estabilicen a 350
partes por millón (ppm) y no a 450ppm, como prefieren los países
desarrollados y algunos países en desarrollo.
Las economías de crecimiento rápido como China,
India y Sudáfrica se oponen a fijar el límite en 350ppm porque creen que
esto retardará su crecimiento.
Asimismo, se oponen a que se cree un nuevo
protocolo legalmente vinculante paralelo al Protocolo de Kioto porque
argumentan que éste es lo suficientemente estricto.
"Tenemos un sistema válido para combatir el
cambio climático", dijo en este sentido Su Wei, principal negociador de
China.
Sin embargo, explica el corresponsal de la BBC
Richard Black, el acuerdo existente no es suficiente para los países más
vulnerables que tienen mucho que perder si aumenta el nivel del mar y
menos en cuanto al crecimiento económico.
"Proceso antidemocrático"
En otro frente, la delegación de Bolivia criticó
el proceso de negociaciones iniciado en Copenhague calificándolo de
"fallido, opaco, selectivo, ilegítimo y antidemocrático".
La jefa de la delegación, Angélica Navarro,
instó a comenzar un nuevo proceso "transparente y ambicioso" que no se
centre sólo en la reducción de gases con efecto invernadero sino que
trate de resolver el problema del cambio climático, originado por los
países industrializados.
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