La polémica por la supuesta manipulación de datos científicos por
parte de investigadores británicos ha acaparado buena parte de la
atención de la primera jornada de la cumbre del clima de Copenhague, que
ha concluido sin incidentes y en un clima de optimismo
tras las buenas intenciones expresadas por los líderes políticos.
El presidente del Panel
Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, Rajendra
Pachauri, se refirió al asunto durante la inauguración
de la cumbre, y aprovechó su discurso para defender la solidez de
los argumentos científicos sobre el papel del hombre en el calentamiento
del planeta.
El científico considera que el llamado 'Climagate'
(el robo de correos electrónicos de investigadores británicos que
habrían manipulado datos sobre el clima) es un intento de desacreditar
el trabajo de los científicos del panel de la ONU, que recoge "evaluaciones
históricas transparentes y objetivas durante más de 21 años y
que han sido llevadas a cabo por decenas de miles de científicos de
todos los lugares del planeta". Asimismo, ha criticado a quienes
"recurren a acciones ilegales" para intentar desprestigiar sus
investigaciones.
El jefe de la delegación saudí, Mohammed Al Sabban, dice que los e-mails publicados han hecho 'tambalear' la confianza en los estudios científicos.
Pachauri, Premio Nobel de la Paz, es el máximo responsable del grupo
de científicos que en 2007 aseguró que hay un 90% de posibilidades de
que el cambio climático esté provocado por la actividad humana.
Los escépticos, sin embargo afirman que los correos electrónicos
procedentes de la Universidad de East Anglia, en Gran Bretaña,
demuestran que los investigadores han manipulado estas evidencias. Pero Pachauri
insiste en que estos descubrimientos fueron aislados de posibles
falsificaciones mediante un estricto proceso de revisión.
El impacto del llamado 'Climagate' quedó patente cuando el jefe de la
delegación de Arabia Saudí, Mohammed Al Sabban, declaró que los
e-mails publicados a raíz de este incidente han hecho "tambalear" la
confianza en los estudios científicos: "Creemos que este
escándalo indudablemente va a afectar al desarrollo de las negociaciones
en Copenhague. Los sacrificios económicos deben basarse en datos
firmes, que ahora se ha demostrado son falsos".
'La cuenta atrás ha comenzado'
Por su parte, el responsable de la ONU sobre cambio climático, Yvo de
Boer, ha señalado en la ceremonia de apertura que sólo se podrá
hablar de éxito si se acuerdan "acciones significativas e inmediatas
que entren en vigor al día siguiente de su clausura".
De Boer recordó que la cuenta atrás ha empezado y que es hora
de dar respuestas, por lo que pidió a los delegados de 192
países reunidos hasta el día 18, un "pastel de Navidad" formado
por tres capas.
En primer lugar habrá que consensuar la implementación de acciones
inmediatas de mitigación, adaptación, financiación y tecnología; luego
asegurar la financiación a largo plazo y por último una visión
compartida sobre un futuro bajo en emisiones de CO2 para todos.
El acuerdo debe ser construido "ladrillo a ladrillo" y "de
abajo a arriba", afirmó De Boer, ya que ésa es la única manera
de garantizar el éxito en Copenhague. "Se acabó el tiempo de reiterar
posiciones y de declaraciones, hace falta acción real", dijo.
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