09 enero 2010

Filman por primera vez la erupción explosiva de un volcán submarino

Por primera vez, un equipo de científicos ha podido contemplar, en directo, la erupción explosiva de un volcán submarino. De hecho, uno de los más profundos descubiertos hasta la fecha, a más de 1.200 metros bajo las aguas del Océano Pacífico.

Hasta ahora, nadie había podido observar cómo la lava al rojo vivo fluye por los fondos oceánicos, y así habríamos seguido todos si no llega a ser por las cámaras de alta definición con las que está equipado Jason, uno de los robots sumbarinos más sofisticados que existen en la actualidad.


Las imágenes y los vídeos que acompañan estas líneas fueron presentadas el martes durante un congreso de la Unión Geofísica Americana y han sido calificadas de "gran descubrimiento" por muchos de los asistentes. "Sólo tuvimos que mostrar el vídeo una vez y otra, sin necesidad de decir nada", bromea John Reasing, de la Universidad de Washington, que dirigió la expedición.

Sin embargo, las imágenes son mucho más que una espectacular erupción submarina. De hecho, permiten a los científicos contemplar, por primera vez y en directo, cómo se crea nueva corteza oceánica. Es así, por medio de incontables erupciones a lo largo de las cordilleras oceánicas, como se van formando los fondos marinos que, al crecer, empujan a las placas continentales obligándolas a separarse. "En nuestro propio planeta -asegura Resing- nunca habíamos visto cómo la lava fluye por el fondo marino. Nunca habíamos visto nueva corteza oceánica en el momento de ser creada".

Durante más de dos décadas, en efecto, la National Oceanographic and Atmospheric Agency (NOAA) de los Estados Unidos ha estado financiando la búsqueda de volcanes submarinos sin haber conseguido nunca estudiar uno en plena erupción. "Es un momento histórico", concluye Resing.

El vídeo fue filmado el pasado mes de mayo a algo más de 1.200 metros de profundidad, cerca de Samoa, y en él aparece un volcán llamado West Mata. A bordo de un buque de investigación, científicos de la Universidad de Washington, operaron el robot submarino Jason y se quedaron literalmente "pegados a sus monitores" a medida que el ingenio se acercaba al volcán en plena erupción.

A medida que Jason se aaproximaba a la cima, los investigadores empezaron a ver cómo brillos y reflejos de agua caliente, de un modo similar a lo que sucede con el aire sobre el asfalto caliente en pleno verano, surgían de entre las rocas del fondo. Después, una, dos, decenas de explosiones seguidas de flujos de lava incandescente y de fragmentos de roca y ceniza lanzados a gran altura.





"Empezamos a ver fogonazos de luz roja, y entonces supimos que estábamos contemplando una erupción en el fondo marino, algo que jamás había sido visto antes". 

Los científcos esperan que las imágenes, datos y muestras recogidos allí por Jason durante su expedición sirvan para arrojar luz sobre cómo se forma la corteza oceánica, sobre cómo algunas criaturas de las profuncidades consiguen sobrevivir y prosperar en condiciones extremas junto a estas chimeneas volcánicas y cómo, al fin, todo el proceso influye en los movimientos de las placas continentales.

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