Mientras los gobiernos muestran incapacidad y temor en la
cumbre de Copenhague, Benedicto XVI afirma que la «crisis ecológica»
exige «revisar profundamente el modelo de desarrollo». En su mensaje
para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el primero de enero de
cada año, el Papa aborda «las escalofriantes perspectivas del deterioro
del medio ambiente» y pide una doble solidaridad: con los países pobres
y con las generaciones futuras.
Benedicto XVI ha escogido como título para su mensaje «Si
quieres la paz, protege la creación», pues aunque no faltan guerras y
conflictos, «no son menos preocupantes las amenazas causadas por el
descuido, e incluso el abuso respecto a la Tierra y a los bienes
naturales que Dios nos ha dado». El Papa subraya la responsabilidad
tanto de los gobiernos como de las personas individuales, y el deber
moral de hacer todo lo posible para no destrozar la naturaleza creada ni
poner en peligro la calidad de vida de millones de personas.
En tono de urgencia, el Santo Padre advierte que no se
puede permanecer indiferente ante «el cambio climático, la
desertificación, el deterioro de grandes áreas agrícolas, la
contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de
biodiversidad» y otros fenómenos que llevan consigo «un número creciente
de los llamados «profugos ambientales»», forzados a huir de nuevos
desiertos o zonas inundadas.
Benedicto XVI propone «una revisión profunda y con visión
de futuro del modelo de desarrollo», así como «del sentido de la
economía para corregir sus disfunciones y distorsiones. Lo exige el
estado de salud ecológica del planeta y, sobre todo, la crisis cultural y
moral del hombre». El Papa insiste en la necesidad de «normas bien
definidas también desde el punto de vista jurídico y económico», que es
precisamente lo que puede faltar en Copenhague.
Benedicto XVI afirma que hacen falta «estilos de vida más
sobrios», mejor aprovechamiento de la energía solar y mayores esfuerzos
«hacia un progresivo desarme y un mundo libre de armas nucleares, cuya
mera presencia amenaza la vida del planeta». Es una cuestión urgente. Es
una cuestión moral.
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