08 enero 2010

El papa alerta sobre las "escalofriantes perspectivas" del deterioro ambiental

Mientras los gobiernos muestran incapacidad y temor en la cumbre de Copenhague, Benedicto XVI afirma que la «crisis ecológica» exige «revisar profundamente el modelo de desarrollo». En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el primero de enero de cada año, el Papa aborda «las escalofriantes perspectivas del deterioro del medio ambiente» y pide una doble solidaridad: con los países pobres y con las generaciones futuras.
 
Benedicto XVI ha escogido como título para su mensaje «Si quieres la paz, protege la creación», pues aunque no faltan guerras y conflictos, «no son menos preocupantes las amenazas causadas por el descuido, e incluso el abuso respecto a la Tierra y a los bienes naturales que Dios nos ha dado». El Papa subraya la responsabilidad tanto de los gobiernos como de las personas individuales, y el deber moral de hacer todo lo posible para no destrozar la naturaleza creada ni poner en peligro la calidad de vida de millones de personas.
 
En tono de urgencia, el Santo Padre advierte que no se puede permanecer indiferente ante «el cambio climático, la desertificación, el deterioro de grandes áreas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de biodiversidad» y otros fenómenos que llevan consigo «un número creciente de los llamados «profugos ambientales»», forzados a huir de nuevos desiertos o zonas inundadas.
 
Benedicto XVI propone «una revisión profunda y con visión de futuro del modelo de desarrollo», así como «del sentido de la economía para corregir sus disfunciones y distorsiones. Lo exige el estado de salud ecológica del planeta y, sobre todo, la crisis cultural y moral del hombre». El Papa insiste en la necesidad de «normas bien definidas también desde el punto de vista jurídico y económico», que es precisamente lo que puede faltar en Copenhague.
 
Benedicto XVI afirma que hacen falta «estilos de vida más sobrios», mejor aprovechamiento de la energía solar y mayores esfuerzos «hacia un progresivo desarme y un mundo libre de armas nucleares, cuya mera presencia amenaza la vida del planeta». Es una cuestión urgente. Es una cuestión moral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario