El filme, que critica duramente la matanza de delfines
en Japón, ha generado gran malestar en grupos de pobladores que
sostienen que se trata de una tradición ancestral
Tokio
(EFE). Un tribunal de la ciudad de Yokohama, cercana a Tokio,
ha prohibido las protestas convocadas para el próximo 3 de julio con
motivo del estreno comercial en esa ciudad del documental The
Cove , una dura crítica a la matanza de delfines en Japón
.
La empresa distribuidora de la película, ganadora este año del Óscar al mejor documental, informó que el tribunal ha vetado manifestaciones y el uso de altavoces en un radio de cien metros del cine de Yokohama donde está prevista la proyección.
Dirigida por el estadounidense Louie Psihoyos, la cinta, parte de ella rodada con cámaras ocultas, muestra cómo los delfines son sacrificados con violencia en una cala de la localidad de Taiji, de unos 3.500 habitantes.
La película ha generado malestar entre algunos grupos que sostienen que la caza de delfines es una costumbre centenaria en Japón y piden respeto a la cultura local.
Tras algunas manifestaciones hace dos semanas, los responsables del cine de Yokohama llevaron el caso a los tribunales para pedir la prohibición de las protestas, lo que los jueces han aceptado, detalló un portavoz de la distribuidora, citado por la agencia local Kyodo.
“The Cove”, que se pudo ver en una proyección especial en octubre durante el Festival Internacional de Cine de Tokio, se estrenará de forma comercial el 3 de julio en la capital y otras cinco ciudades de Japón.
En un principio el estreno estaba anunciado para el 26 de junio, pero una agresiva campaña de los grupos que tachan el filme de antijaponés hizo que aquél se retrasara.
El programa pesquero de Japón está en el punto de mira de los grupos conservacionistas, que además de criticar la captura de delfines denuncian la pesca incontrolada de ballenas por parte de la flota nipona.
Los detractores de “The Cove” critican también la aparición en la película de Paul Watson, fundador del grupo conservacionista Sea Shepherd, al que Japón acusa de sabotear su pesca ballenera en la Antártida.
Sobre Watson pesa una orden de arresto en Japón desde abril por supuesto sabotaje.
Además, las autoridades niponas confirmaron que, tal como anunciaron ese mes, han hecho efectiva una petición a la organización policial mundial Interpol para que les informe “sobre la ubicación y las actividades” de Watson, aunque sin solicitar su arresto.
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La empresa distribuidora de la película, ganadora este año del Óscar al mejor documental, informó que el tribunal ha vetado manifestaciones y el uso de altavoces en un radio de cien metros del cine de Yokohama donde está prevista la proyección.
Dirigida por el estadounidense Louie Psihoyos, la cinta, parte de ella rodada con cámaras ocultas, muestra cómo los delfines son sacrificados con violencia en una cala de la localidad de Taiji, de unos 3.500 habitantes.
La película ha generado malestar entre algunos grupos que sostienen que la caza de delfines es una costumbre centenaria en Japón y piden respeto a la cultura local.
Tras algunas manifestaciones hace dos semanas, los responsables del cine de Yokohama llevaron el caso a los tribunales para pedir la prohibición de las protestas, lo que los jueces han aceptado, detalló un portavoz de la distribuidora, citado por la agencia local Kyodo.
“The Cove”, que se pudo ver en una proyección especial en octubre durante el Festival Internacional de Cine de Tokio, se estrenará de forma comercial el 3 de julio en la capital y otras cinco ciudades de Japón.
En un principio el estreno estaba anunciado para el 26 de junio, pero una agresiva campaña de los grupos que tachan el filme de antijaponés hizo que aquél se retrasara.
El programa pesquero de Japón está en el punto de mira de los grupos conservacionistas, que además de criticar la captura de delfines denuncian la pesca incontrolada de ballenas por parte de la flota nipona.
Los detractores de “The Cove” critican también la aparición en la película de Paul Watson, fundador del grupo conservacionista Sea Shepherd, al que Japón acusa de sabotear su pesca ballenera en la Antártida.
Sobre Watson pesa una orden de arresto en Japón desde abril por supuesto sabotaje.
Además, las autoridades niponas confirmaron que, tal como anunciaron ese mes, han hecho efectiva una petición a la organización policial mundial Interpol para que les informe “sobre la ubicación y las actividades” de Watson, aunque sin solicitar su arresto.
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