26 junio 2010

Madres en Ayapata cultivan 293 variedades de papa nativa

Festival. La naturaleza sorprende gratamente. “Puma chaki” y “Puma maki”, son dos variedades de papa que María Isabel Pizarro Yapo, campesina de  Ayapata, llevó al II Festival Regional de la Papa Nativa. Sus nombres en quechua no hacen sino expresar la singular forma que adquiere este tubérculo en las tierras de cultivo de la comunidad de Escaleras, en el distrito puneño de Carabaya. 

Las papas “Puma chaki” o pata de puma, y “Puma maki” o mano del puma, tienen precisamente la forma de las extremidades del puma, el mítico felino andino, uno de los “superhombres” de las culturas prehispánicas. 

“Estas papas tienen siempre la forma de los pies y de las manos del puma. Son papas dulces y harinosas, muy ricas para comerlas sancochadas”, cuenta María Isabel, quien junto a Dora Quispe Cayllo, de la comunidad de Churquinuño, mostraron orgullosas las 293 variedades del tubérculo que cultivan en Ayapata.

Las campesinas que provienen de hogares adscritos al Programa JUNTOS exhibieron -en el Festival realizado en la Plaza Bolognesi de Juliaca-, la riqueza genética del tubérculo que cultivan en sus chacras y que promueve y estimula este programa social del Estado en su propósito de reducir la desnutrición infantil y en general la pobreza extrema en el mundo rural.

Es oportuno decir que en Ayapata existen 624 hogares afiliados a JUNTOS y que el 87 por ciento de estos han implementado biohuertos familiares como estrategia para enfrentar la pobreza mientras se estimula la ingesta oportuna de alimentos, especialmente de los beneficiarios menores de 5 años, dijo Alfredo Willy Bravo Sucapuca, Gestor Local de JUNTOS en el distrito en mención.

“Cultivamos muchas variedades. La papa que más producimos es la “tambo lomo”, pero también la “papa thomana” y la “q`ello ochole” que es harinosa y de más sabor. Tenemos también papas amargas y otras muy dulces”, afirmó por su parte doña María Isabel Pizarro.

Estas mujeres del ande sostienen que sus cultivos son orgánicos pues no utilizan fertilizantes químicos y aunque producen para el autoconsumo, logran vender el producto en ferias comunales y mercados.

El Festival organizado por la Dirección Regional de Agricultura de Puno a través del Proyecto Regional de Cultivos Andinos,  congregó a más de 50 expositores, y si bien las campesinas de Ayapata no ganaron el concurso que fue parte del festival, pusieron en alto el milenario conocimiento del cultivo de este tubérculo originario del Perú.

Juan José Vega, responsable del sector, dijo que el propósito de este segundo evento fue revalorar los cultivos andinos y la cultura de la que son portadores los miles de habitantes del altiplano precisamente en una fecha significativa como el 24 de junio.

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