El escritor fue trasladado a su tierra natal desde la
isla española Lanzarote, donde vivía desde 1993
Madrid/Lisboa
(DPA) . El ayuntamiento de Lisboa habilitó hoy su Sala de
Honor para velar los restos mortales de escritor José
Saramago.
La capilla ardiente en honor al único premio Nobel de Literatura
portugués estará abierta hasta mañana, cuando se celebre la ceremonia
fúnebre a la que asistirán distintas personalidades de la cultura y la
política.
Los restos de Saramago llegaron desde Lanzarote, donde el autor
vivía desde 1993, en un avión de la Fuerza Aérea portuguesa. En el
aeropuerto de Portela, el escritor fallecido a los 87 años, recibió
honores militares.
El gobierno portugués ha declarado hoy y mañana jornadas de luto
nacional por la muerte de Saramago. Junto al féretro cubierto con una
bandera portuguesa, la viuda y la hija del escritor fueron recibidos en
el ayuntamiento por el alcalde de Lisboa. Delante del edificio
municipal, de cuyas ventanas colgaban dos carteles con la imagen del
escritor, se concentraron cientos de personas que recibieron con
aplausos los restos de Saramago.
El cuerpo del autor será incinerado mañana en el cementerio lisboeta
del Alto de San Juan. Respetando el deseo del Nobel, sus cenizas
permanecerán en Portugal. Después de su autoexilio en 1993 por la
polémica suscitada por su obra “El evangelio según Jesucristo”, Saramago
había manifestado su deseo de que sus cenizas descansen bajo una piedra
en un jardín de Lanzarote, pero finalmente cambió de opinión.
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