Lienzos y esculturas salen del país antes de que
denuncias lleguen a Interpol. Templos de Espinar, Chumbivilcas y
Quispicanchi son los más profanados
Restauración. Al fondo se observa el altar
del templo de Lamay, cuyo magnífico revestimiento con pan de oro fue
financiado por la Municipalidad Distrital de Lamay. ( Foto: Roxabel
Ramón)
Por Roxabel Ramón
Durante cuatro años no se celebraron misas en la iglesia de Lamay,
en la provincia cusqueña de Calca. Ese es el tiempo que tomó restaurar
el templo, que data de fines del siglo XVI. Por eso, hace una semana,
cuando abrieron por fin esa puerta de estilo mudéjar, la plaza de Lamay
se llenó de gente, de cadenetas, de música, danzas y comida.
Al interior de la iglesia, el párroco agradecía a la Dirección
Regional del Ministerio de Cultura por la recuperación de esa joya
arquitectónica, que en el 2006 se caía a pedazos. Actualmente 22 templos
ubicados principalmente en el Valle Sagrado, Valle Sur y en la
provincia de Anta se encuentran en restauración.
El templo Santiago Apóstol de Lamay se alza sobre una base de
piedras y muros de adobe; su aspecto mestizo se fue consolidando a
través de los siglos. Un arco triunfal acoge al renacentista altar mayor
cubierto en pan de oro. El resto son arquerías de piedra tallada,
propias del barroco cusqueño. Un púlpito barroco, retablos, pintura
mural, así como decenas de lienzos y esculturas de la escuela cusqueña
hablan del valor del monumento. Se trata de un tesoro que ha logrado
sobrevivir al paso del tiempo y al robo.
En el 2006, cuando el entonces Instituto Nacional de Cultura del Cusco inició su restauración, dio cuenta de 17 piezas de arte desaparecidas en ese templo.
Solo entre 2006 y 2009, se ha reportado el robo de 659 obras de arte de diversas iglesias del Cusco, declaradas patrimoniales. Los templos de Chumbivilcas, Espinar y Quispicanchi han sido los más profanados. Mientras en la ciudad de Cusco, el templo de San Blas ha perdido también 17 piezas en los últimos cuatro años.
Esta cifra pertenece solo a la supervisión hecha entre los edificios religiosos declarados legalmente patrimonio cultural.
Según Juan Julio García, titular de la Dirección Regional del
Ministerio de Cultura, estos suman 110 en el Cusco. Solo en este año, se
ha declarado patrimonio cultural nueve iglesias más. Otras 26 están en
ese proceso, pero aún faltan decenas que no son catalogadas.
TESOROS SIN REGISTRAR
Las iglesias que se declaran primero son las que están en riesgo de colapsar y necesitan ser intervenidas. En ese sentido, tenemos iglesias valiosas en pueblos perdidos, que aún no han sido registradas. “En los pueblos más alejados podemos encontrar obras increíbles, pues con el cambio de estilos a través de los siglos, las iglesias principales adquirían piezas más modernas y las que quedaban en desuso las enviaban a los templos menores”, comenta Ana María Gálvez, directora del Museo Garcilaso y jefa de la subdirección de conservación de patrimonio mueble, en Tipón.
La especialista aclara que los trabajos de inventario y catalogación
están sistematizados recién desde hace 15 años y las restauraciones se
realizan con constancia desde hace seis años.
“La labor es ardua. Nosotros, con 300 restauradores, hemos
recuperado más de mil obras de arte religioso desde el 2004. Pero nos
falta mucho por hacer, esta tarea parece infinita”, indica Gálvez.
Los trabajos de inventario empezaron después del terremoto de 1950,
que destruyó varios monumentos de Cusco; sin embargo, ese registro,
hecho a máquina de escribir, ha desaparecido. “En mis viajes, encuentro
iglesias a las que les han arrancado el altar, lienzos de la escuela
cusqueña que se usan para cubrir gallineros; esculturas que los vecinos
se han repartido; piezas principales que han sido robadas”, cuenta la
restauradora.
Por su parte, Liliana Zaldívar, arquitecta de la Arquidiócesis de
Cusco, Acomayo y Paruro refiere que el trámite para denunciar el robo de
arte religioso es engorroso, por lo que en mayo último solicitó a la
Secretaría de Estado de Estados Unidos que las denuncias sean
canalizadas directamente por la Interpol.
“Los trámites de denuncia actualmente son muy engorrosos, pues deben
pasar por la Dirección Regional del Ministerio de Cultura, la policía
de Cusco y de Lima para recién llegar a la Interpol. Para entonces, la
mayoría de obras extraídas ya están en el extranjero”.
Al respecto, da como ejemplo el caso de tres lienzos de la escuela
cusqueña que fueron robados y eran subastados por Internet. “Hace ocho
meses ubicamos las obras en Texas, sin embargo, los trámites
burocráticos para llegar a Interpol aún continúan”, refiere la
arquitecta.
EL DATO
El reporte de robos
El Arzobispado del Cusco ha creado la página web donde se muestran las obras religiosas robadas: www.obrasustraidas-cusco.org
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