PARIS — Dos días después de haber celebrado en Berlín los veinte años
de la caída del Muro, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel volvieron a
reunirse el miércoles para conmemorar en París el fin de la Primera
Guerra Mundial, siendo ésta la primera vez que un jefe del gobierno
alemán participa en Francia en la ceremonia de recuerdo del armisticio
de 1918.
"Señora canciller, aceptando la invitación de Francia, ha
hecho usted esta mañana un gesto histórico que honra a Francia y a los
franceses", hizo saber Sarkozy a su invitada, "una gran amiga de
Francia".
Veinticinco años después de la famosa fotografía de
François Mitterrand y Helmut Kohl dándose la mano en el campo de batalla
de Verdún, el presidente y la canciller recordaron a todas las víctimas
de la Gran Guerra avivando la llama de la tumba del Soldado Desconocido
en el Arco del Triunfo de París, antes de ensalzar la reconciliación
entre los dos países.
Como símbolo de este 11 de noviembre
excepcional, el coro del ejército francés entonó después de la
Marsellesa el himno nacional alemán, ante los soldados de la brigada
franco-alemana y los alumnos oficiales que rodeaban el Arco de Triunfo.
"Este
11 de noviembre no conmemoramos la victoria de un pueblo sobre otro,
sino una prueba que fue tan terrible para el uno como para el otro",
recalcó Sarkozy.
"Hace casi medio siglo que construimos juntos el
futuro, cada uno de nosotros (...) negándose sin embargo a confundir el
amor por su patria con el odio hacia el otro".
"Sé que lo que
ocurrió no puede ser borrado. Sin embargo hay una fuerza, una fuerza que
nos ayuda, que puede ayudarnos a soportar lo ocurrido. Esta fuerza es
la reconciliación", le respondió Merkel.
Acto seguido alabaron la
amistad franco-alemana, que Sarkozy calificó de "tesoro" y Merkel de
"regalo", y su función de motor en Europa.
"Cuando Alemania y
Francia proponen juntos, actúan juntos, entonces Alemania y Francia
realizan grandes cosas", reiteró el presidente francés.
"Sabemos
que juntos, tenemos todas las posibilidades de superar los desafíos de
hoy y de mañana", se hizo eco la canciller, citando la crisis financiera
y económica o la protección del clima.
Después de la ceremonia, a
la que asistió el ex presidente francés Valéry Giscard d'Estaing pero
faltó Jacques Chirac, los dos dirigentes saludaron al numeroso público
que asistió a la ceremonia en la avenida de los Campos Elíseos.
Una
ocasión que Sarkozy aprovechó para justificar en la televisión France 2
su decisión de invitar a la canciller, que no fue del agrado de todos.
"Creo que las mentes han evolucionado", dijo atribuyendo la paternidad
de esta idea a Jacques Chirac, que en 1998 tropezó con el no de Gerhard
Schröder.
"Es una semana cargada de símbolos", se congratuló
Merkel, dos días después de los festejos del vigésimo aniversario de la
caída del muro de Berlín. "Es un momento muy importante para mí".
La
reina de Inglaterra Isabel II y el presidente estadounidense Barack
Obama también celebrarán este miércoles, en Londres y Arlington (cerca
de Washington), el final de la Primera Guerra Mundial.
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