Este martes, checos y eslovacos
conmemoraron el 20 aniversario de la Revolución de Terciopelo - la que
derrocó al gobierno comunista de la entonces Checoslovaquia.
Estudiantes -de esa época y de
ahora- volvieron a realizar la marcha de Praga que dio inicio a los
acontecimientos.
Los manifestantes se congregaron en
el distrito Albertov -sede de varias facultades de la Universidad
Charles
en Praga
- para evocar los pasos de la
marcha del 17 de noviembre de 1989 que cambió el curso de la historia
checoslovaca.
En ese momento, el Partido
Comunista anunció que renunciaría al poder
después de que cientos de miles se
manifestaron durante 12 días.
El
dramaturgo
disidente Vaclav Havel, quien
encabezó la revolución antes de ser presidente, asistió a un concierto
de rock en Praga como parte de las celebraciones.
Falsos rumores
"La marcha pone la
historia en movimiento"
Vaclav
Havel, expresidente checo.
La manifestación llevada a cabo
hace 20 años comenzó como una protesta autorizada oficialmente, pero
miles de estudiantes rompieron filas y trataron de llegar a la plaza de
San Wenceslao.
En una calle cercana fueron
rodeados y golpeados por la policía antidisturbios.
Falsos rumores -posiblemente
regados por la policía secreta comunista- que aseguraban que uno de los
estudiantes había sido asesinado levantaron una ola de enojo en la
sociedad checoslovaca que ocasionó 12 días de enardecidas
manifestaciones.
La fecha es ahora un día festivo y,
para la mayoría de los checos y los eslovacos, una oportunidad para
celebrar 20 años de la libertad y democracia.
Según el periodista de la BBC en
Praga, Rob Cameron,
el aniversario de Praga es, sin
lugar a duda, más discreto que las rimbombantes celebraciones de la
semana pasada por la caída del Muro de Berlín.
"Veinte años después, pocos checos
-excepto viejos comunistas- regresarían el tiempo atrás. Sin embargo,
hay cierto descontento general con los partidos políticos, la creciente
corrupción y un sentido de decadencia moral y social", aseguró Cameron.
Velas, flores y videos
Para
conmemorar este día, Havel, el actual presidente checo Vaclav Klaus, el
primer ministro Jan Fischer y cientos de personas encendieron velas y
dejaron flores en el monumento que marca el sitio del brutal choque.
"La marcha pone la historia en
movimiento", dijo Havel entre aplausos.
Más temprano este martes, en un
discurso ante el Senado checo, Havel rindió homenaje a la memoria de
aquellos que ayudaron a derrocar al régimen comunista, incluyendo su
esposa Olga.
"A menudo tendemos a olvidar a
nuestros colegas, amigos y la gente de mente abierta en la vida diaria",
aseguró a nombre de las decenas de personas que murieron desde el
inicio de las protestas.
En el concierto organizado el fin
de semana en Praga por Havel, el presidente estadounidense Barack Obama
difundió un mensaje en video diciendo: "Su espíritu, su valor ha
inspirado al mundo".
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