Especialistas piden no desatender el reordenamiento del
transporte público. Viaductos, puentes y ‘by-pass’ acortarán horas/viaje
y gastos en combustible
La Municipalidad de Lima ejecuta cinco obras que reducirían el tránsito en algunas zonas de Lima. (Foto: Archivo de El Comercio)
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Por Pamela Sandoval Del Águila
“Y ahora, ¿cómo salgo de aquí?”, parece preguntarse, por la
expresión de duda en su rostro y el tamborileo nervioso sobre el timón,
un conductor de coaster que acaba de comprobar que su vehículo ha
quedado encerrado entre un station wagon y un Toyota Yaris, todos
pugnando por ingresar al único carril que, de sur a norte, permite el
acceso a la avenida Alfonso Ugarte desde la plaza Unión (Cercado).
Esta escena ya no es, según algunos usuarios y transeúntes de la
citada vía, una constante de los días de semana y las horas punta. Es,
coinciden todos, un embudo vehicular por donde a diario solo pasan los
más temerarios. Y quien no se arriesga ya sea a un choque leve, a una
lluvia de insultos o a quedarse encerrado, como el conductor de la
coaster, deberá esperar hasta 10 minutos para alcanzar el carril y continuar su viaje.
“Es un dolor de espalda, de hígado, de cabeza. Hasta el bolsillo te
duele cuando tienes que pasar por acá, las minutos te ganan, ningún
carro avanza y haces menos carreras. A ver si con el puente las cosas
cambian”, comenta Félix, quien a bordo de su taxi A2D 372 lleva a una
señora y su hija a un centro comercial de Los Olivos.
El puente en el que Félix deposita sus esperanzas no es otro que el
del Ejército, a unos metros de distancia. Desde inicios de este año,
allí se construyen dos plataformas de nueve metros de ancho para el
ingreso y salida de vehículos, así como cuatro nuevos carriles. El
proyecto es considerado por especialistas en Transporte uno de los cinco
emprendimientos viales más importantes de los últimos años.
Según la Municipalidad de Lima, entidad que financia la obra, una vez concluidos los trabajos – en diciembre próximo– habría una reducción de hasta 15 minutos en el tiempo que se demora un vehículo en transitar desde la plaza Dos de Mayo hasta el óvalo de Caquetá, en horas punta.
“Si además consideramos que habrá menos necesidad de frenar y
acelerar constantemente, y se podrá incluso aumentar la velocidad del
recorrido, podríamos hablar también de una reducción de los gastos en
combustible, según el tipo de vehículo”, opinó Luis Quispe Candia, de la
ONG Luz Ámbar.
LAS MÁS SIGNIFICATIVAS
Con una inversión superior a los S/.500 millones, la comuna capitalina dispuso la ejecución de siete grandes obras viales, desde fines del 2009 y en este 2010. No obstante, según la página web de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entidad que convoca a las licitaciones edilicias, hay tres proyectos más programados en el mismo período, por lo que en total los trabajos de envergadura suman 10.
De este conjunto, cinco proyectos traerían mayores beneficios por el
número de vehículos, pasajeros y transeúntes favorecidos, así como por
la reducción de los tiempos de viaje, que tardarían entre 5 y 35 minutos
menos.
No obstante, para Juan Carlos Dextre, ingeniero de transporte,
ninguna de estas mejoras será de mediano ni largo aliento si se
descuidan otros aspectos críticos del sector. La solución, insiste,
llegará cuando se mejore el transporte público masivo con servicios como
el Metropolitano y el futuro tren eléctrico.
“Las obras viales son una mejora momentánea. Ya sucedió con la vía
expresa de Javier Prado y con el intercambio vial de Habich, que
reduciría de 40 a 10 los minutos de viaje, pero que seis meses después
de inaugurado colapsó porque a más vías más gente se anima a usar sus
autos”, opinó.
Si las obras son amores, como acuñaron en el imaginario común
generaciones de políticos, estas no deberían ser traicionadas por la
falta de planificación. Ni las vías ni sus usuarios ni los recursos
públicos invertidos en esos trabajos merecen ese desaire.
EL DATO
Disculpe la molestia
Desde junio de este año, las obras viales ejecutadas simultáneamente en Lima afectan a unos 20 distritos. Aunque hubo difusión de los planes de desvíos, las congestiones se agravaron en varios puntos.
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