El río Negro, mayor afluente del Amazonas, sufre el
nivel más bajo de agua en un siglo, por lo que muchas comunidades han
quedado aisladas y miles de botes, varados producto de aguas poco
profundas
Un brasileño de una comunidad de Manaos atraviesa el fondo del Río Negro, el mayor afluente del Amazonas. (Reuters)
Río de Janeiro (Reuters). Una severa sequía ha rebajado los niveles de los ríos en la región amazónica
de Brasil a niveles récord, dejando a comunidades aisladas dependiendo
de ayuda de emergencia y a miles de botes varados en lechos fluviales.
La sequía se ciñe al patrón de un clima más extremo en la mayor
selva del mundo en años recientes y, según científicos, es un resultado
esperable del calentamiento global.
El año pasado, la región sufrió una inundación generalizada y en el 2005 soportó una devastadora sequía.
RÍO NEGRO CON BAJO NIVEL DE AGUA
El nivel del oscuro Río Negro), un afluente del río Amazonas y el mayor río de aguas negras del mundo, cayó a 13,63 metros el domingo, el menor desde que se comenzó a registrar la cifra en 1902, según el Servicio Geológico Brasileño.
El año pasado, las aguas del Río Negro) alcanzaron su máximo nivel histórico de 29,77 metros.
La poca profundidad de las aguas ha dejado expuestos bancos de arena
y rocas e innavegable a parte del río. La vida en la enorme red fluvial
del Amazonas depende en gran parte del transporte en bote.
“A las personas les está faltando el alimento porque los peces están
muriendo en las aguas cálidas. Casi todos los botes están en tierra,
solo los más pequeños pueden navegar”, dijo Rosival Dias, coordinador
del grupo medioambientalista Fundación Amazonas Sustentable, que ha
visitado áreas afectadas.
“He trabajado en la región cerca de 30 años y nunca he visto algo
como en los últimos años. Esto tiene que ver con cambio climático”,
agregó.
El estado de Amazonas)
ha dicho que la emergencia afecta a 62.000 personas en 38 áreas
municipales y que se han distribuido 600 toneladas en alimentos por
avión y botes. El Gobierno de Brasil anunció la semana pasada que
desembolsará 23 millones de reales (13,5 millones de dólares) en ayuda
de emergencia.
CAUSAS DE LA ALARMANTE SITUACIÓN
Algunos científicos afirman que la sequía de este año pudo haber sido exacerbada por el fenómeno climático de El Niño del 2009-2010 y una activa temporada de huracanes en el Océano Atlántico, que podría haber restado humedad del sur.
Sin embargo, Daniel Nepstad, ecologista estadounidense del Instituto
de Investigación Ambiental del Amazonas, dijo que la relación entre
esos fenómenos y la sequía de este año parece menos clara de lo que fue
en el 2005.
“Creo que es razón para algunas preocupaciones importantes sobre el
ecosistema del Amazonas”, sostuvo. “Estamos viendo deshacerse la
confiabilidad de las estaciones en el Amazonas”, agregó.
Sequías graves, que causan la muerte de los árboles y los hacen más
vulnerables a los incendios, son parte de un dañino ciclo que algunos
científicos creen que podría llevar al Amazonas más cerca de un “punto de inflexión” en el que su destrucción se vuelve autosustentable.
La destrucción de la selva alimenta el calentamiento global porque los árboles liberan su carbono al morir.
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