Por David Morgan
WASHINGTON (Reuters) - Una
poderosa tormenta se aproximaba el viernes a la costa este de Estados
Unidos, amenazando con niveles récord de nieve en una región fuertemente
dependiente de los suministros de petróleo y gas natural para mantener
operando la calefacción en los hogares.
Los pronósticos indican que caerán entre 50 y 76 centímetros de
nieve y se esperan condiciones de ventiscas desde Virginia al sur de
Nueva Jersey, lo que llevó a las oficinas del Gobierno en Washington a
cerrar sus puertas cuatro horas antes.
El presidente Barack Obama, que previamente se burló de las
reacciones en Washington ante la caída de pequeñas cantidades de nieve,
ahora no se está tomando la tormenta a la ligera.
"Creo que incluso una persona que se mudó de Hawái a Chicago
tiene suficiente respeto por un pronóstico de dos pies (61 centímetros)
de nieve", dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.
"Y siendo de Alabama, estoy feliz de informales que estaré fuera
de la carretera y los observaré a todos intentando conducir", bromeó
Gibbs con los reporteros.
Los museos y el zoológico nacional estarán cerrados el sábado en
Washington.
La noticia de la tormenta llevó al cierre de escuelas y generó
largas filas en los supermercados, mientras los residentes se abastecían
de alimentos y otros productos de cara al tradicional fin de semana del
Superbowl.
Virginia, Maryland y el distrito de Columbia declararon
emergencias por la nieve. Las declaraciones permiten a los estados
activar a los cuerpos de emergencia, como la Guardia Nacional, a fin de
prepararse para el frente invernal y lidiar con sus resultados.
El gigantesco sistema frontal envolverá a las ciudades de
Baltimore, Washington D.C. y Filadelfia en una intensa ventisca con
nieve, mientras que llevará precipitaciones a partes del sureste, como
Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.
El clima frío ayudó a impulsar el mercado de gas natural de Nueva
York a sus máximos niveles de la temporada, donde los precios
alcanzaron cerca de 11,50 dólares por millón de unidades térmicas
británicas, más de 4 dólares en relación al precio del jueves.
Estaban previstas bajas temperaturas tras el paso de la tormenta
por el noroeste de Estados Unidos, el mayor mercado de combustible para
calefacción del mundo, y el medioeste, un enorme centro en demanda de
gas natural.
Las aerolíneas comenzaron a cancelar sus vuelos planeados para el
viernes por la noche al sábado en los tres principales terminales
aéreos de la zona de Washington-Baltimore.
(Reporte adicional de Tabassum Zakaria y Donna Smith en
Washington; Ed McAllister y Eileen Moustakis en Nueva York; Editado en
español por Marion Giraldo)
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