El nivel de preocupación y
alarma sobre inusuales descensos en el nivel de aguas del caudaloso
Amazonas alcanzó esta semana proporciones regionales con informes desde
Brasil, Colombia y Perú.
Según la agencia de noticias AFP, una de las ciudades más afectadas es Manaos, donde las poblaciones ribereñas viven en cabañas sostenidas sobre pilotes, normalmente tapados por el agua y donde ahora está seco.
La información señala que la situación es peor selva adentro, donde existen poblados que han quedado aislados, y que las autoridades han organizando puentes aéreos para llegar hasta donde se encuentran.
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Amazonía colombiana
Sólo nos queda mejorar la información para poder predecir en el futuro con más anticipación los cambios en esta cuenca, una de las más sensibles del planeta
Jorge Carranza, encargado de la Cuenca Amazónica del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú
La parte más afectada parece ser la ciudad de Leticia, en la frontera con Perú, a la que sólo se llega por aire o por barco.
Aquí la prensa local ha informado sobre embarcaciones cargadas de víveres que no pueden llegar hasta el puerto por falta de profundidad en las aguas, lo que ha llevado a un súbito encarecimiento del transporte y bienes de consumo diario.
Fuentes colombianas citan al gobernador del Amazonas, Olbar Andrade, diciendo que este año la situación ha empeorado: "(Antes) veíamos que el río corría con fuerza y hoy no sucede lo mismo".
Las sequías
Sin embargo, la preocupación continúa, a la espera que mejore con la llegada de las lluvias en las próximas semanas.
Preguntado por la coincidencia de este fenómeno en varios países de la región, Jorge Carranza, encargado de la Cuenca Amazónica del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú (Senamhi), le dijo a BBC Mundo que esto es producto de una fuerte época de sequías.
Según explicó, en cada país el fenómeno es similar pero obedece a carencias hídricas en cuencas menores.
"Tenemos el caso del río Madeira, en Bolivia, o los ríos Jurúa y Purús al Noreste de Brasil, donde la carencia de lluvias ha tenido un impacto sobre el caudal del Amazonas", señaló.
Adaptación
Carranza indicó que desde el año 2000 se ha notado una mayor persistencia de períodos secos en la región, lo que ha llevado a los países de la cuenca Amazónica a trabajar de forma coordinada compartiendo información.
El experto de Senamhi señaló que por ahora hay poca información disponible para asegurar qué está provocando estas sequías. Pero dijo: "Lo que hemos notado junto con Brasil es que el comportamiento de lluvias parece estar influenciado por la temperatura del Atlántico Norte, que este año alcanzó su máximo histórico".
"Por ahora la naturaleza nos está ganando la partida", dijo Carranza.
"Sólo nos queda mejorar la información para poder predecir en el futuro con más anticipación los cambios en esta cuenca, una de las más sensibles del planeta", afirmó.
CIENCIA
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