Que la Luna mengüe puede no
parecer noticia. Desde la Tierra observamos cómo cada 28 días
aproximadamente el astro parece crecer y decrecer dependiendo de la
cantidad de luz que recibe del Sol.
El fenómeno comenzó hace aproximadamente mil millones de años. Eso parece mucho tiempo pero es sólo una cuarta parte de la edad del único satélite natural de la Tierra, informa el periodista de la BBC Nkem Ifejika.
Las fotografías de la NASA, publicadas en la revista Science, revelan la existencia de fallas en el suelo lunar ocurridas cuando el interior de la Luna, antes fundido, comenzó a enfriarse, lo que causó que la superficie lunar se contrajera y se arrugara, según Thomas Watters, del Museo Nacional del Aire y del Espacio y principal autor del estudio.
Contracción de 100 metros
Las fallas habían sido detectadas con anterioridad en torno al ecuador lunar y las nuevas imágenes revelan que estas grietas también existen en otras áreas, lo que indica que se trata de un proceso general.
La reducción del tamaño no es motivo de alarma según los científicos: la Tierra no encogerá y la Luna tampoco acabará por desaparecer. Que no cunda el pánico, su luz seguirá brillando en nuestro firmamento.
CIENCIA
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