En 2008 la seguridad de las
redes militares de Estados Unidos se vio amenazada. Un espia extranjero,
armado con una memoria USB, accedió a una computadora portátil del
ejército estadounidense y la infectó, en una base militar en el Medio
Oriente.
El código malicioso se esparció en una red
administrada por el Comando Central de Estados Unidos y se abrió camino
entre sistemas clasificados y abiertos, abriendo la puerta para
transferir información militar estadounidense a computadoras
extranjeras.
El episodio se había filtrado más o menos en dichos términos en blogs y en el diario Los Angeles Times
a finales de 2008. Pero ahora fue oficialmente confirmado por William
J. Lynn, Subsecretario de Defensa de EE.UU. en un artículo publicado en
la revista Foreign Affairs.
Además en su escrito Lynn asegura que dicho
evento "fue la violación de seguridad en las computadoras militares de
EE.UU. más significativa en la historia y sirvió como una importante
llamada de alerta".
"La peor pesadilla"
El funcionario califica el incidente como la
peor pesadilla de un administrador de redes: "Un programa malicioso
operando en forma silenciosa, buscando entregar planes operativos a un
adversario desconocido".
Pero Lynn va más allá y asegura que en los
últimos 10 años la frecuencia de dichos ataques se ha incrementado en
forma exponencial lo que ha llevado a que los sistemas militares sean
escaneados millones de veces al día.
En respuesta a dichos incidentes Estados Unidos
creó un comando especializado en defensa cibernética y el presidente de
dicho país, Barack Obama, nombró a Howard Schmidt como ciber zar en
diciembre del año pasado.
En su momento Schmidt aseguró: "Las amenazas
cibernéticas son algunos de los desafíos más serios que enfrenta nuestra
seguridad nacional y nuestra economía".
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