17 julio 2010

Un fósil que "conecta" a humanos y monos

Pallab Ghosh
Cráneo del primate Saadanius hijazensis
El descubrimiento del cráneo fue realizado por investigadores de la Universidad de Michigan.

Investigadores de la Universidad de Michigan descubrieron el cráneo de un animal de 29 millones de años de antigüedad que podría pertenecer a un ancestro común de los hominoides -humanos y simios- y cercopitécidos, conocidos como monos del Viejo Mundo.

Esto podría indicar que los simios y los monos del Viejo Mundo se separaron millones de años más tarde de lo se pensaba, afirman los científicos.

El descubrimiento del primate Saadanius hijazensis realizado en Arabia Saudita fue descrito por los investigadores en la revista Nature

El doctor William Sanders, quien dirigió la investigación, aseguró que se trataba de un "hallazgo extraordinario".

Antecesor común


El cráneo de esta especie -previamente desconocida- tiene algunas características que comparte con los monos del Viejo Mundo y los simios, incluidos los humanos de hoy en día.

"Saadanius está cerca a un grupo que eventualmente nos precedió", dijo Sanders.
Saadanius está cerca a un grupo que eventualmente nos precedió
Doctor William Sanders

"Si supieramos algo acerca del periodo o las condiciones en que este animal vivía podríamos descubrir lo que provocó los cambios que llevaron a (la evolución de) los simios y los seres humanos".

Sanders explicó que el Saadanius podría ser el antecesor común que "conecta" a los humanos con los monos del Viejo Mundo. 

"Podrían haber existido al mismo tiempo una serie de criaturas que eran muy similares y una de ellas se convirtió en nuestro ancestro", dijo. "Necesitamos salir al campo y obtener más datos antes de hacer grandes declaraciones".

Los restos fosilizados indican que el primate se parecía mucho al mono del mundo moderno, casi como un capuchino. Pero es probable que fuera ligeramente más grande, como del tamaño de un gibón.

El animal podría haber utilizado sus cuatro extremidades para correr entre los árboles. Al descansar, dicen los científicos, probablemente se tendía entre los árboles más que sentarse erguido en el suelo.

El descubrimiento indica que la divergencia entre simios y monos del viejo Mundo sucedió mucho más tarde que los 30-35 millones de años sugeridos por estudios genéticos.

La nueva fecha de 29 millones de años es más acorde con lo que los investigadores esperaban y no sorprende desde el punto de vista paleontológico.
CIENCIA 

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