04 septiembre 2010

Pescadores japoneses liberan delfines en pueblo donde se filmó el documental "The Cove"

Sin embargo, algunos de estos mamíferos marinos fueron puestos en cautiverio para que sean vendidos a los acuarios
Viernes 03 de septiembre de 2010 - 01:58 pm 16 comentarios
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(Foto: AP)
Tokio (AP). Pescadores japoneses arrearon a delfines hacia la ensenada que se volvió famosa al aparecer en The Cove, documental ganador del Óscar, pero no mataron a ninguno de los mamíferos, como ocurrió durante pasadas temporadas de caza.

En momentos en los que grupos ecológicos llaman la atención sobre la matanza anual de delfines en Japón, un funcionario del pueblo costero de Taiji, mostrado en “The Cove”, señaló que algunos de los mamíferos más bellos permanecieron cautivos para venderlos a acuarios, pero que el resto fue liberado el viernes en la mañana. No quiso dar más detalles.

El grupo conservacionista Sea Shepherd dijo que esta semana ha estado monitoreando Taiji con un pequeño grupo de activistas, al tiempo que exhortó a la gente a que vaya a la aldea para que los ayuden a rescatar a los delfines.

Estos mamíferos viven en grupos en el océano. Los pescadores de Taiji los acorralan en una ensenada asustándolos con sonidos; una vez allí, dejan con vida a algunos para los acuarios y matan al resto, perforándolos repetidamente hasta que el agua se tiñe de rojo con la sangre.

No se sabía el lugar en el que los activistas se apostaron el viernes, pero es poco probable que hayan podido observar directamente cualquier matanza, aunque sí podrían ver a los pescadores cuando regresan al pueblo con los animales.

La impresionante descripción de la matanza en The Cove ha motivado que se pida que la caza de delfines sea detenida. La película, en la que aparece Ric O’Barry, ex entrenador de “Flipper”, se ganó el premio de mejor documental en los premios Oscar de este año.

El jueves, un día después de que empezara la caza anual en Taiji, O’Barry, de 70 años, llevó una petición a la Embajada de Estados Unidos con 1,7 millones de firmas de personas de 155 naciones.

Residentes de Taiji alegan que la crítica que han recibido de Occidente es injusta porque los lugareños simplemente intentan ganarse la vida en un área en la que el terreno rocoso hace imposible la agricultura o la ganadería.

Grupos nacionalistas argumentan que las críticas denigran la cultura japonesa.

El gobierno japonés permite la caza de unos 20.000 delfines al año, argumentando que matarlos es lo mismo que criar vacas y cochinos para el matadero.

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