Es afgana. Tiene 18 años. Piel
morena. Bajo el típico velo, un cabello negro y lacio, largo hasta los
hombros, enmarca sus intensos ojos oscuros. Es normal que los rasgos de
una mujer bella salgan en una portada de revista. Solo que a esta le
falta… la nariz.
Esa cara está en la tapa de esta semana de la revista de política internacional Time
y que, aún antes de salir a la venta, ha generado una gran polémica en
EE.UU. sobre la moral de la guerra y la moral de los medios de
comunicación.
La foto es de Bibi Aisha (nombre supuesto de la
muchacha afgana), quien el año pasado fue mutilada por su esposo en
cumplimiento de un castigo ritual ordenado por un líder talibán de la
zona donde vivía.
La manera como Aisha posa para la foto es tan
natural que a primera vista, alguien que quisiera conjurar el impacto de
este rostro desfigurado, quizá preferiría pensar que se trata de un
trabajo de edición fotográfica computarizada. No lo es.
La historia de Aisha
Según el recuento de la vida de Aisha que se hace en la nota de Time,
cuando ésta tenía 12 años, fue entregada junto a su hermana menor a un
guerrero talibán para saldar una "deuda de sangre", después de que un
tío de las muchachas asesinara a un familiar del líder religioso.
Nuestra imagen de portada de esta semana es poderosa, chocante y perturbadora
Richard Stengel, editor gerente de Time
Años después, Aisha se casó con el talibán,
quien la mantenía encerrada en un establo. Las usaba a ella y a su
hermana como mano de obra esclava y las azotadas frecuentemente para
castigar el crimen de su tío.
Aisha escapó, pero el año pasado su esposo la
encontró en Kandahar. La llevó de vuelta a su región y en cumplimiento
de la orden de un juez talibán le cortó las orejas y la nariz.
En la cultura pashtun que dice que cuando un
marido es avergonzado por su esposa es como si perdiera la nariz, por lo
que se impone un castigo recíproco.
Finalmente unos trabajadores humanitarios
estadounidenses la llevaron a un refugio secreto para mujeres víctimas
de la violencia , donde vivió los últimos meses.
Estaba traumatizada y callada y hubo que someterla a sesiones con psicólogos para que recuperara la confianza.
"Pornografía de guerra"
Aunque es cierto que una imagen vale por mil palabras, en este caso es el titular de la publicación lo que incrementa el debate.
"Lo que pasará si salimos de Afganistan" (What happens if we leave Afghanistan) dice la portada, algo que puede ser interpretado como una pregunta o una afirmación.
En medio de la polémica que puso en circulación, la revista Time
ha sido acusada de usar "chantaje emocional" y hasta de "pornografía de
guerra", con el fin de justificar la presencia de las tropas
estadounidenses en Afganistán.
La revista reconoce que la "imagen de portada de
esta semana es poderosa, chocante y perturbadora", según escribió en el
sitio web de Time, el editor gerente de la publicación, Richard Stengel.
"Es una ventana a la realidad de lo que está
pasando y lo que podría pasar en una guerra que nos afecta y nos
involucra a todos", dice Stengel, quien aclara que "a la gente le pasa
cosas malas y nuestro trabajo es confrontarlas y explicarlas".
En las páginas interiores hay un artículo sobre
las penurias que enfrentan las mujeres en Afganistán a casi diez años de
la guerra que sacó del poder al grupo talibán y "el poco avance" que
podría verse si EE.UU. dejara el país.
Bienvenida la polémica
"No puedo digerir esta débil explicación para
justificar más guerra, más ocupación y militarización", asegura Kavita
Ramdas, presidenta del Fondo Mundial para las Mujeres, una organización
basada en EE.UU. que promueve la igualdad de género.
Ramdas asegura estar "tristemente familiarizada"
con imágenes de este tipo, pero recuerda que los problemas de Aisha
empezaron en 2003 "cuando los soldados estadounidenses ya estaban en
Afganistán" y que "esa presencia no previno el abuso".
No puedo digerir esta débil explicación para justificar más guerra, más ocupación y militarización
Kavita Ramdas, presidenta del Fondo Mundial para las Mujeres
Sin embargo, Ramdas asegura que "si la intención de Time
es ilustrar sobre el tabú de la violencia contra la mujer con esta
foto" los apoya en la medida que fomente un debate público sobre el
problema de la violencia de género.
Por ahora, el debate de los usuarios de la
página web de la revista parece centrarse más en las razones de la
guerra y de la presencia estadounidense en Afganistán.
Unos justificando el "compromiso" de seguir
"fomentando la democracia" y otros dudando de esas "razones
humanitarias" como argumento para mantener a los militares en ese país.
"Quiero mi nariz"
La situación de las mujeres parece haber
mejorado sustancialmente desde los tiempos más represivos del gobierno
del talibán, pero algunos creen que no se ha hecho suficiente, como
demostraría la ausencia femenina en el gabinete del presidente Hamid
Karzhai.
La organización de derechos humanos Human Rights
Watch publicó recientemente un informe en el que describe "el ambiente
hostil" que enfrentan las mujeres afganas debido al "frecuentemente
misógino liderazgo político".
Ajena a la polémica, el miércoles pasado Aisha
salió de Kabul rumbo a EE.UU. para someterse a su operación de cirugía
reconstructiva, cuyos gastos ofreció pagar la Fundación Grossman Burn de
California mucho antes de que fuera portada de Time.
"Yo no sé si va a ayudar a otras mujeres o no.
Yo solo quiero recuperar mi nariz", dijo Aisha a la prensa que la
esperaba en el aeropuerto.
No se trata de un final feliz. La hermana sigue
con la familia del hombre que la mutiló y algunos temen que ella ahora
sea la castigada por el "crimen" y el "deshonor" de Aisha.
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