El presidente anuncia que el 31 de agosto el Ejército de EE UU
dejará de combatir en el país árabe - Solo 50.000 de los 144.000
soldados se quedarán hasta finales de 2011
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que, en cumplimiento de su promesa electoral, ha ordenado que el 31 de agosto acaben las operaciones de combate de tropas estadounidenses en Irak, dando por finalizadas unas operaciones militares que han durado más de siete años. Aun así, hasta finales de 2011, quedarán sobre el terreno 50.000 soldados estadounidenses para labores de supervisión y de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes.
"Hoy cerramos un capítulo", dijo el presidente en un discurso ante
una agrupación de veteranos de guerra en Atlanta. "A pesar de que los
terroristas tratarán de arruinar nuestros avances y gracias a los
sacrificios de nuestras tropas y sus aliados iraquíes, la violencia en
Irak sigue en uno de sus puntos más bajos de los pasados años. El mes
que viene cambiaremos de una misión militar de combate a otra de apoyo y
entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes".
Como
candidato, en 2008, Obama se comprometió a ordenar el final de la guerra
en 16 meses. Al tomar posesión de su cargo, en enero de 2009, y ante la
cercanía de las elecciones generales en Irak, el presidente decidió
ampliar ese límite en tres meses. Ese ha sido el plazo final, que se
cumple en septiembre. Las tropas que queden en Irak no participarán en
operaciones de combate, aunque Obama admitió que pueden seguir siendo el
objetivo de ataques por parte de radicales islámicos. "La dura verdad
es que aún no hemos visto el final de los sacrificios de EE UU en Irak",
advirtió.
La afirmación de ayer de Obama de que la violencia en
las calles de Irak está en un mínimo histórico ha sido contestada, sin
embargo, por el propio Gobierno iraquí. El sábado, desde Bagdad, se
difundió un informe en el que se aseguraba que el número de muertos,
civiles y militares había alcanzado en julio su nivel más alto en los
últimos dos años: 535 fallecidos, 396 de ellos civiles. El Pentágono
tachó esas cifras de falsas y emitió su propia estimación el domingo:
222 muertos.
Desde que entró en la Casa Blanca, Obama ha ordenado
el regreso a casa de 90.000 de los 144.000 soldados que a día de hoy
están desplegados en Irak. En su punto máximo, se llegó a 165.000 tropas
norteamericanas. La orden de finalizar definitivamente la participación
en operaciones militares llega, sin embargo, en un momento en el que
Irak vive una gran incertidumbre política e institucional. El pasado mes
de marzo se celebraron unas elecciones parlamentarias generales cuyo
resultado fue tan reñido y disputado que, cinco meses después, todavía
no ha dado Gobierno alguno.
El presidente recordó, sin embargo, la
necesidad de mantener abierto otro frente de guerra, el que ya es el
conflicto bélico más largo que ha vivido Estados Unidos. "No podemos
olvidar que fue en Afganistán donde Al Qaeda planificó y se entrenó para
el asesinato de 3.000 personas inocentes el 11 de septiembre. Es en
Afganistán y en las zonas tribales de Pakistán donde los terroristas han
lanzado otros ataques contra nosotros y contra nuestros aliados", dijo
ayer.
Obama aprobó recientemente el envío de 30.000 tropas
adicionales a Afganistán. Son ya 96.000 los soldados de servicio en un
conflicto que ha empeorado con los años. Julio fue, de hecho, el peor
mes para las fuerzas aliadas en los nueve años de guerra en aquel país.
Murieron, en total, 66 soldados estadounidenses.
En los últimos
meses, además, las relaciones de la Casa Blanca con el presidente
afgano, Hamid Karzai, han empeorado notablemente. Y el propio presidente
se vio forzado, en junio, a destituir al jefe militar de la guerra de
Afganistán, el general Stanley McChrystal, después de un episodio de
insubordinación, cuando este militar hizo unas declaraciones a la
revista Rolling Stone en las que expresaba dudas sobre Obama y ridiculizaba al vicepresidente Joe Biden.
El
presidente colocó entonces al mando de las tropas en Afganistán al
general David Petraeus, quien había sido elegido por el ex presidente
George W. Bush para organizar el refuerzo militar en Irak, al que Obama
se opuso como senador en 2007. Ayer, Obama no mencionó a Bush en su
discurso. El primero de mayo de 2003, el ex presidente había proclamado
que la invasión de Irak era una "misión cumplida", a bordo del
portaaviones USS Lincoln. La participación norteamericana en la guerra aun duraría siete años más.
Recientemente,
y ante la proximidad de las elecciones al Congreso de noviembre, un
buen número de congresistas demócratas ha puesto en duda la efectividad
del rearme en Afganistán. La semana pasada, 102 de los 253 demócratas de
la Cámara de Representantes votaron en contra de una ley, apoyada por
el presidente, que destinará 44.000 millones de euros adicionales a
financiar aquella misión. Hace un año, solo 32 votaron en contra de otra
medida similar.
Más de siete años de conflicto
- El comienzo de los combates. En la madrugada del 20 de marzo
de 2003, hora y media después de expirar el ultimátum de George W. Bush
para que Sadam Husein abandonara Irak, EE UU y Reino Unido lanzan los
primeros bombardeos sobre Bagdad.
- Objetivo cumplido. Un mes y medio después del inicio de la guerra, el 1 de mayo, Bush declara que la misión en Irak está "cumplida".
- Un Gobierno nombrado por EE UU. En julio de 2003, se reúne el primer consejo de Gobierno formado por 25 iraquíes y designado por EE UU.
- El desafío de la insurgencia. A partir de agosto de 2003 se intensifican las acciones de la insurgencia contra las tropas de las fuerzas lideradas de EE UU.
- La captura de Sadam. El 13 de diciembre de 2003, el Ejército estadounidense detiene al ex dictador, escondido en un zulo bajo tierra cerca de Tikrit. Será ejecutado el 30 de diciembre de 2006.
- Transición y elecciones. En junio de 2004 el Gobierno interino del chií Iyad Alaui asume el poder. Seis meses después, los iraquíes votan por primera vez en medio siglo. Se redacta la nueva Constitución, que se aprueba por referéndum el 15 de octubre de 2005. Dos meses después se convocan nuevas elecciones legislativas que ganan los chiíes sin mayoría. En mayo de 2006, el chií Nuri al Maliki forma su Gobierno.
- La doctrina Obama. En marzo de 2009, el presidente de EE UU anuncia la retirada de las tropas en agosto de 2010. Los militares estadounidenses abandonan en junio de ese año las principales ciudades.
- Limbo político. Cinco meses después de las elecciones del pasado marzo, que gana el ex primer ministro Alaui, todavía no hay Gobierno.
OBAMA
- Objetivo cumplido. Un mes y medio después del inicio de la guerra, el 1 de mayo, Bush declara que la misión en Irak está "cumplida".
- Un Gobierno nombrado por EE UU. En julio de 2003, se reúne el primer consejo de Gobierno formado por 25 iraquíes y designado por EE UU.
- El desafío de la insurgencia. A partir de agosto de 2003 se intensifican las acciones de la insurgencia contra las tropas de las fuerzas lideradas de EE UU.
- La captura de Sadam. El 13 de diciembre de 2003, el Ejército estadounidense detiene al ex dictador, escondido en un zulo bajo tierra cerca de Tikrit. Será ejecutado el 30 de diciembre de 2006.
- Transición y elecciones. En junio de 2004 el Gobierno interino del chií Iyad Alaui asume el poder. Seis meses después, los iraquíes votan por primera vez en medio siglo. Se redacta la nueva Constitución, que se aprueba por referéndum el 15 de octubre de 2005. Dos meses después se convocan nuevas elecciones legislativas que ganan los chiíes sin mayoría. En mayo de 2006, el chií Nuri al Maliki forma su Gobierno.
- La doctrina Obama. En marzo de 2009, el presidente de EE UU anuncia la retirada de las tropas en agosto de 2010. Los militares estadounidenses abandonan en junio de ese año las principales ciudades.
- Limbo político. Cinco meses después de las elecciones del pasado marzo, que gana el ex primer ministro Alaui, todavía no hay Gobierno.
OBAMA
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