06 agosto 2010

Colombia: asume Santos y busca mejorar la relación con sus vecinos

Juan Manuel Santos asume esta tarde la presidencia de Colombia con la urgente necesidad de restablecer las maltrechas relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador . Y lo hace en medio del optimismo generalizado de sus ciudadanos porque su programa bandera de “Buen Gobierno” propine a la guerrilla de las FARC contundentes golpes como los que asestó su antecesor, Alvaro Uribe —que culmina dos mandatos consecutivos con una popularidad cercana al 80%—, pero sin la polarización, escándalos de corrupción y las violaciones a los derechos humanos que como nunca antes se vivieron durante la administración de quien le cederá el poder. 

Unos 400 mil efectivos de las Fuerzas militares del país andino custodiarán la ceremonia que comenzará a las 15 locales (20 GMT) y a la que asiste la mayoría de mandatarios de la región, entre ellos la argentina Cristina Kirchner y su esposo, Néstor, que como presidente de la Unión de Naciones Sudamericanas media para la superación de la crisis entre Bogotá y Caracas. Santos –perteneciente a una tradicional familia capitalina propietaria del diario El Tiempo que ya cuenta con un ex presidente entre sus integrantes y de la que también es parte el saliente vicepresidente Francisco Santos– promete “mejorar el legado de Uribe” de quien fue su ministro de Defensa, cargo en el cual dirigió los más duros golpes a las FARC hoy diezmadas. Según cálculos oficiales, cuentan en sus filas con no más de 7.000 combatientes, cuando al inicio de la era Uribe –agosto de 2002—esa cifra ascendía a 30.000.

Ex integrante de la Armada, economista y periodista, Santos de 58 años, se fijó el restablecimiento de relaciones con Venezuela, cuyo gobierno rompió relaciones el 22 de julio tras la denuncia de Bogotá de que albergaría en su territorio a más de un millar de rebeldes. “Cuando los gobernantes pelean, son los pueblos los que sufren”, ha dicho Santos que nombró como su canciller a María Angela Holguín, una perspicaz ex embajadora en Caracas que tiene vínculos con el entorno del mandatario venezolano, lo que genera optimismo entre funcionarios de ambos países

Recientemente, el máximo jefe de las FARC, Alfonso Cano, formuló una invitación a Santos para iniciar negociaciones de paz y las condicionó a que el nuevo gobernante revierta un acuerdo militar firmado con EE. UU. que le permite a ese país la presencia de tropa en al menos siete bases militares. Aunque Santos no se ha pronunciado al respecto, su designado vicepresidente Angelino Garzón, dejó abierta la posibilidad al diálogo pero dijo que el punto de partida de éste deberá ser el cese al fuego y la liberación de la totalidad de rehenes por parte de los insurgentes. 

Como una demostración de que garantizará la transparencia y el pluralismo, Santos y su equipo de gobierno suscribieron esta semana un acta de compromiso y seleccionó a figuras de otros partidos, incluyendo a un opositor en las elecciones, para su gabinete. 

Consciente de la importancia de la imagen y fiel a la manera estadounidense de hacer política, la ceremonia de transmisión de mando presidencial tendrá similitudes con la posesión de Barack Obama, según dijeron a Clarín , miembros del equipo presidencial. “Tendremos una ceremonia sobria pero espectacular. El presidente y su familia partirán del Palacio de San Carlos –sede de la Cancillería- e irán caminando hacia la (céntrica) Plaza de Bolívar, donde encontrará varios puntos con personajes y aspectos típicos de cada región de Colombia. En la Plaza lo recibirá Uribe y juntos se trasladarán hasta el Congreso donde será investido”, aseguró la fuente. Antes en la mañana, Santos irá a la Sierra Nevada de Santa Marta –la cordillera costera más elevada del mundo, en el Caribe colombiano- donde miembros de siete tribus indígenas le entregarán el bastón de mando y lo ungirán en un ritual por la buena ventura de su gobierno.

Santos se trasladará el domingo a las zonas afectadas por las inundaciones y el lunes discutirá con representantes de diferente sectores el desempleo (12%) y pobreza (46%) que recibe de Uribe. Pese a que analistas consideran que como ministro de Defensa fue exitoso, Santos es señalado por organizaciones de derechos humanos como responsable de fomentar entre los militares una política que premiaba la muerte de rebeldes y que desencadenó asesinatos extrajudiciales, en un escándalo que se conoce en el país como el de los falsos positivos. Civiles de barriadas pobres fueron reclutados bajo engaño, luego asesinados y presentados ante la opinión como rebeldes a cambio de ascensos, condecoraciones, recompensas y días de permiso. 
COLOMBIA 

No hay comentarios:

Publicar un comentario