La
población especula que los pescadores artesanales de anchoveta
envenenaron a los animales que obstaculizaban su trabajo
Por Javier Ascue
Enviado especial
Enviado especial
El cuadro era desgarrador. Nunca antes se había visto en Colán un
escenario tan triste como el que se observó allí la jornada de ayer. La
indignación y el desconcierto de los pobladores y visitantes de este
afamado balneario piurano eran evidentes y comprensibles: a lo largo de
la extensa playa yacían muertos cientos de lobos de mar. Algunos de
ellos, incluso, en las puertas de las mismas casas y hoteles.
Cuentan los vecinos que los voluminosos animales comenzaron a ser
varados desde hace una semana, pero solo de a dos o tres por día. Ayer,
sin embargo, el número se multiplicó enormemente. Solo en los primeros
kilómetros de recorrido por la playa, este Diario calculó más de 200
animales inertes, los cuales se perdían en una curva denominada La
Bocana. Según algunos testigos, la presencia de lobos muertos se aprecia
hasta la playa del poblado de Nuevo Colán.
Debido al fuerte calor que reina en el litoral de la costa norte del
país, los ejemplares se han descompuesto rápidamente, lo que ha
generado olores nauseabundos y la presencia de una gran cantidad de
moscas y gallinazos revoloteando alrededor. Los pobladores del sector
temen que en los próximos días aparezcan enfermedades que perjudiquen su
salud.
LA HIPÓTESIS MÁS VOCEADA
¿Pero qué causó la muerte de tantos animales? Nadie lo sabe con certeza, pero muchos lugareños manejan la misma hipótesis: los propietarios, patrones y miembros de la tripulación de las grandes embarcaciones anchoveteras habrían envenenado a los lobos marinos porque estos estarían obstaculizando sus labores de pesca en alta mar. Se sabe que los animales rompen sus redes para comer los peces capturados. Cabe mencionar que todas las embarcaciones partieron a pescar en alta mar hace una semana, luego de haberse suspendido la veda de la anchoveta.
El primer regidor de la municipalidad del centro poblado de San Juan
de Colán, Juan Carlos Arévalo, considera también que la presunción
mencionada sea una posible causa de lo ocurrido, pero agrega que se debe
esperar el resultado de los análisis hechos en los animales para saber
las causas reales de su deceso, labor que está a cargo de los técnicos
del Instituto del Mar del Perú (Imarpe).
En tanto, estos últimos indicaron a este Diario que las muestras
serán enviadas a la ciudad de Lima para ser examinadas, por lo que
recién se tendría una conclusión en los próximos días.
Las autoridades de la comuna de San Juan de Colán trabajan junto con
las del distrito de Pueblo Nuevo para retirar a los animales de la
playa.
Al cierre de esta edición, se esperaba la llegada de maquinaria
pesada para mover a los lobos marinos muertos, los cuales serían
enterrados en una fosa que se abrirá hoy.
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