Expertos en salud pública
advierten sobre un fuerte aumento en las muertes durante las próximas
dos décadas debido a la utilización del amianto –o asbesto– en la
industria de la construcción, especialmente en países en desarrollo como
India, China, Brasil y México.
El asbesto o amianto
Es una fibra natural que se
encuentra en las minas. Barato y resistente al calor y al fuego, se
mezcla con el cemento para la construcción de azulejos y pavimento. En
el mundo en desarrollo el material tiene mucha demanda para construir
casas.
Una investigación conjunta de la BBC y el
Consorcio de Periodistas de Investigación reveló que más de un millón de
personas podrían morir de aquí a 2030 debido a enfermedades
relacionadas con esa sustancia.
La industria del amianto mueve miles de millones
de dólares, sobre todo por las exportaciones a los países en
desarrollo, donde las leyes que regulan la protección son más
permisivas.
Esta sustancia -cuyo uso está prohibido o
restringido en 52 países- suelta residuos microscópicos en el aire que
pueden causar diversas enfermedades pulmonares por inhalación,
incluyendo algunos tipos de cáncer.
El caso brasileño
A pesar de ello, la investigación conjunta del
Consorcio de Periodistas de Investigación y la BBC reveló que la
producción de amianto blanco sigue en el orden de los dos millones de
toneladas.
Especialmente en países como China, India, Brasil y México, donde la sustancia se sigue utilizando.
Brasil es el tercer mayor productor y exportador
de amianto, que vende a países como Colombia y México. El país también
es el quinto consumidor del producto.
Las 11 empresas que trabajan con amianto en
Brasil emplean a más de 3.500 personas directamente y generan US$1.400
millones por año.
Fernanda Giannasi, una inspectora del Ministerio
de Trabajo de Brasil que hace 25 años lucha por prohibir ese material
en el país, afirma que el asbesto blanco ha matado a cientos de personas
y causará más muertes si no se prohíbe.
La activista de 52 años ganó una reputación
internacional por su trabajo contra la industria del amianto e incluso
fue llamada la "Erin Brockovich de Brasil", en referencia a la
estadounidense que combatió las industrias que contaminan el agua en
California y se convirtió en un personaje de una película.
Giannasi rechaza la idea de que el producto se
puede utilizar de forma segura, como afirman algunos fabricantes. "Esto
es una ficción", dice.
México y las leyes
En México, más de 2.000 empresas utilizan
amianto en diversos productos, tales como frenos, calentadores, techos,
tuberías y cables. Más de 8.000 trabajadores tienen contacto directo con
la sustancia.
El país aumentó las importaciones de amianto en
la década de 1970, en gran parte de Canadá. Hoy en día sus fabricantes
compran la mayoría de sus suministros de Canadá y Brasil.
De acuerdo con la Secretaría de Economía del
país, 1.881 empresas utilizan amianto en bruto. Estas empresas emplean a
8.000 personas, según la Confederación Nacional de Trabajadores.
Algunos empresarios promueven el "uso controlado" del amianto en México.
Pero el doctor Guadalupe Aguilar Madrid, un
médico e investigador del Instituto de Seguridad Social de México, dice
que las débiles leyes de protección a los trabajadores han permitido que
las condiciones peligrosas proliferen y advierte que las muertes van a
aumentar considerablemente.
El médico predice que el número de muertes por
mesotelioma, asbestosis y cáncer de pulmón relacionado con el amianto
podría ser de entre 3.000 y 5.000, frente a los actuales 1.500, y
subraya que la epidemia no se detendrá hasta que el país prohíba el
amianto.
Cáncer y lobby
Son varios los científicos que temen que el uso
del amianto blanco propague una epidemia de enfermedades relacionadas
con la sustancia. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el
amianto blanco también puede causar cáncer.
"Mi opinión es que los riesgos son muy elevados,
tan altos como cualquier otra sustancia cancerígena que se ha visto,
excepto tal vez el cigarrillo", señaló Vincent Cogliano, un científico
del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS.
Precisamente, también se compara a la industria
del amianto con la tabacalera en cuanto a los grupos de presión que
trabajan para darle buena imagen.
La influencia del lobby del amianto
llega a todo el mundo. Los grupos que abogan por su uso han gastado casi
US$100 millones desde mediados de la década de 1980 para promover su
venta sólo en tres países: India, Canadá y Brasil.
Según la OMS, 125 millones de personas conviven con el amianto en su trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 100.000 trabajadores mueren cada año por enfermedades relacionadas con esta fibra.
Los críticos dicen que estos grupos imitan la
estrategia de la industria del tabaco: generar dudas, esquivar los
litigios y dilatar la puesta en marcha de regulaciones.
Pero la mayoría de los científicos consultados
en la investigación de la BBC dicen que el asbesto blanco –que
constituye el 90% del total producido en el mundo- sí es peligroso.
En Estados Unidos, la industria de la
construcción ya no utiliza ningún tipo de asbesto. Sin embargo, el
número de muertes debidas a la sustancia están llegando a su punto
máximo debido al largo período en que la enfermedad aún se puede
manifestar.
Canadá es uno de los mayores productores mundiales de amianto blanco y exporta el producto, pero prohíbe su uso en el país.
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