En la capital de Tailandia, Bangkok, se
instauró un toque de queda luego de que los cabecillas de los
manifestantes opositores conocidos como "camisas rojas" pusieran fin a
una protesta de casi seis semanas y se entregaran a las tropas del
ejército que rodeaban el campamento en el que se encontraban
atrincherados.
Un portavoz del ejército indicó que sus efectivos habían recuperado el control de la capital, Bangkok.
El toque de queda comenzó a las 1300GMT, desde las 8 de la noche a las 6 de la mañana hora local, y se extenderá a 23 provincias del país además de Bangkok.
Al menos cinco personas murieron este miércoles en el operativo de las fuerzas armadas -cuatro camisas rojas y un reportero gráfico italiano- y otras 50 resultaron heridas.
En la última semana, otras 40 personas han muerto y unas 240 han resultado heridas en los repetidos enfrentamientos entre manifestantes y el ejército.
Ambiente incierto
Según afirma Lucy Williamson, corresponsal de la BBC en Bangkok, desde la retirada se produjeron enfrentamientos puntuales en distintos zonas de la ciudad, y al llegar la noche se respiraba un ambiente fuertemente marcado por la incertidumbre.Un portavoz del gobierno apareció en televisión para anunciar el toque de queda y asegurar a la población de que quedaban todavía varios puntos de conflicto en la ciudad que serán controlados por las fuerzas policiales durante la noche.
Ustedes saben que nunca los abandonaré, pero ha llegado el momento de evitar más muertes, porque es a nuestros camisas rojas a quienes están matando
Jatuporn Promphan, líder
de los camisas rojas
Junto al toque de queda se inició la prohibición de emitir programas por televisión que no sean los aprobados oficialmente.
Entrega del líder rojo
El principal líder del frente rojo, Jatuporn Promphan, anunció que se entregaría por el sistema de megafonía instalado en el campamento opositor."Ustedes saben que nunca los abandonaré, pero ha llegado el momento de evitar más muertes, porque es a nuestros 'camisas rojas' a quienes están matando", dijo el dirigente antes de rendirse a las fuerzas gubernamentales.
Según informó Williamson, los líderes alentaron a sus seguidores a "no abandonar la lucha" política.
No obstante, algunos reportes señalan que todavía hay grupos de manifestantes indignados por el fin de las protestas que han irrumpido en edificios cercanos al campamento fortificado donde se congregaban.
El operativo del ejército comenzó este miércoles en la mañana con tiros al aire y gases lacrimógenos, para tratar de desalojar a los activistas antigubernamentales.
Luego de pedirles que se rindieran, las tropas derribaron las barricadas e ingresaron al interior del campamento donde había atrincherados unos 3.000 manifestantes.
Espiral de violencia
Sostienen que el gobierno actual llegó al poder de manera ilegítima y exigen la renuncia del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, así como la realización de nuevas elecciones.
Muchos de los opositores provienen de las áreas rurales pobres del norte del país, donde el apoyo al ex primer ministro Thaksin Shinawatra -quien fue depuesto por un golpe en 2006- es muy fuerte.
Alegan que el actual gobierno es ilegítimo porque llegó al poder a través de un voto parlamentario luego de que el gobierno de Shinawatra fuera forzado a abandonar el poder en diciembre de 2008 por una decisión de la Corte Constitucional alegando fraude electoral.
TAILANDIA
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