Los investigadores de ambas naciones destacaron la necesidad de que en breve se lleven a cabo acciones bilaterales, a fin de establecer programas y medidas que permitan erradicar las constantes agresiones en esa frontera.
Patricia Ravelo Blancas, investigadora del CIESAS, indicó que dichos planteamientos son resultado de la Primera Reunión de Trabajo de Especialistas en la Dimensión Política, Jurídica y Cultural a la Violencia en la Frontera Ciudad Juárez, Chihuhua-El Paso, Texas.
El foro fue organizado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de Texas en El Paso, y en el que participaron 28 instituciones que aportaron ideas para el combate de la violencia en esa zona.
Los resultados fueron enviados esta semana a los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Estados Unidos, Barack Obama, a la Secretaría de Gobernación y a los poderes Legislativos de ambasnaciones.
En entrevista, Ravelo Blancas argumentó que en el documento se añadió el planteamiento de que hay una fuerte lesión en el estado, debido a que ninguno de los dos gobiernos han asumido responsabilidades en el asunto.
En este sentido, la postura de los participantes en la reunión fue que existe un estado de terror y de guerra en la frontera, el cual los llevó a formular hipótesis que dejan ver que el problema es mucho más extenso de lo que se cree.
Al respecto, la investigadora afirmó que la mayoría de los crímenes están vinculados unos con otros, como por ejemplo el tráfico de indocumentados con la trata de personas o los secuestros con el robo de automóviles.
"Por estos motivos esta zona se ha convertido en un refugio de criminales, donde se encuentran los repatriados, los desempleados judiciales que cometieron delitos y los sicarios, así como los traficantes de drogas, armas, mujeres, indocumentados y automóviles", precisó.
Entre las hipótesis que los participantes dieron a conocer acerca de por qué existe una cultura de violencia en la zona está el cine "snuff", el cual consiste en torturar sexualmente a la víctima hasta matarla mientras se está filmando.
En esta actividad se han encontrado características en las víctimas asesinadas como marcas similares en los cuerpos, cortes de cabello irregulares y lesiones en los dientes.
También se habló de un nuevo tipo de "masculinidad" en el que existen celos profesionales porque las mujeres ocupan lugares en los trabajos, o bien hay cierta frustración en algunos hombres por no poder ofrecerles una vida mejor a sus hijos y esposa.
La pobreza y el desempleo son dos factores importantes que intervienen en esta situación, ya que en la frontera no existen una ley laboral o sindicatos que protejan los derechos de los trabajadores.
Ello debido a que la mayor fuente de empleo en Ciudad Juárez son las maquiladoras, las cuales ofrecen sueldos bajos y además continuamente cierran, dejando a sus empleados en las calles.
A su vez, Sergio Sánchez, también investigador del CIESAS, argumentó que tras esta situación las personas quedan desprovistas de todo y por lo tanto ven como alternativa unirse a grupos delictivos.
En este sentido, habló sobre el resentimiento social que se produce en los niños cuando sus madres trabajan en la maquila, pues ellas emplean el modelo de su trabajo en sus estilos de vida.
"Al igual que en la maquiladora, la cual nunca deja de funcionar, las madres se organizan para el cuidado de los niños, de manera que se asignan turnos para que en lo que una trabaja otra atiende a los infantes y viceversa", expuso.
En otras ocasiones, las mujeres optan por tomar el turno nocturno para poder encerrar a los niños mientras duermen, lo cual les deja un sentimiento de abandono que al crecer lo convierten en violencia.
Otras hipótesis son la discriminación efectuadas por las personas adineradas que quieren terminar con la gente pobre o también los rituales de pandillas, en los que se les pide cometer un crimen para entrar al grupo.
El investigador afirmó que esas posibles causas son muy variadas en el sentido de que son difíciles de comprobar, ya que no hay documentos que las avalen, "pero definitivamente es una realidad que ha rebasado al gobierno".
En el caso las autoridades, Sergio Sánchez consideró que hay una situación de impunidad; también se habla de complicidades en las que no se investigan a fondo los casos, no se consignan y no se sentencian.
Es por esto que las cifras de los homicidios no son certeros, ya que no existen los mecanismos adecuados para llevar los registros, sentenció. (Con información de Notimex/AYV)
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