27 septiembre 2009

Merkel ganó las elecciones y Alemania gira más a la derecha

La Democracia Cristiana se impuso por 10 puntos y le aseguró a la jefa de Gobierno un segundo mandato. Ahora se aliará con el conservador Partido Liberal y romperá la coalición con los socialdemócratas, que sufrieron una dura derrota.
 
La alianza democristiana de Angela Merkel logró la mayoría en las elecciones parlamentarias de ayer en Alemania, lo que le permitirá un segundo mandato. Enseguida, la canciller anunció que formará un nuevo gobierno de centroderecha con los liberales y pondrá fin a la "gran coalición" con los socialdemócratas con los que gobernó en los últimos cuatro años, y que fueron golpeados con el peor resultado de su historia.

Así, en la primera elección nacional marcada por la dura crisis económica y financiera, Alemania dio un vuelco a la derecha que le permitirá a la canciller conservadora gobernar por fin con el socio que siempre quiso, el Partido Liberal (FDP).

La Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), junto con su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) de Merkel obtuvo un 33,6% de los votos, según las proyecciones difundidas anoche por los canales públicos de TV ARD y ZDF. Pero la victoria no justificó grandes festejos, ya que también para su partido se trata del peor desempeño desde 1949.

"Hemos conseguido nuestro objetivo electoral de crear una mayoría estable con un nuevo gobierno", declaró Merkel ante la ovación de sus seguidores en la central del partido en Berlín.

"Después nos espera el trabajo. No quiero ser aguafiestas, pero no debemos olvidar que hay muchos problemas que resolver en este país", remarcó. "Queremos ser el gran partido popular del centro. Quiero ser la canciller de todos los alemanes para mejorar la situación de nuestro país", agregó.

El triunfador de la jornada fue el FDP, conducido por el abogado Guido Westerwelle -quien suena ahora como futuro ministro de Relaciones Exteriores o de Economía- que subió casi 5 puntos desde las elecciones de 2005 y obtuvo 14,7% de votos.

El único partido que durante la campaña no ocultó que quiere un menor rol del Estado y más iniciativa privada, volverá así al gobierno, que debió abandonar en 1998.

La CDU/CSU y sus aliados del FDP obtuvieron en conjunto 323 de las 616 bancas del Parlamento, lo que les da una cómoda mayoría, según los resultados aún provisorios al cierre de esta edición.

En tanto, el Partido Socialdemócrata (SPD) sufrió un retroceso de más de 11 puntos, con un 23,1 % de los votos, tras registrar la mayor caída porcentual sufrida nunca en Alemania por un partido entre dos elecciones generales sucesivas.

El líder del SPD, el hasta ahora ministro de Relaciones Exteriores Frank Walter Steinmeier, reconoció enseguida la derrota.

"Asumo la responsabilidad en esta noche amarga", declaró Steinmeier, al admitir que el SPD sufrió "una jornada triste, sin vueltas". Y aseguró que su partido será "un duro rival del futuro gobierno", al pasar a la oposición después de 11 años en el poder.

En unos comicios que registraron un piso histórico de participación -72,5% contra 77,7% en 2005- la mayoría de los alemanes le renovaron la confianza a Merkel para dirigir a la primera potencia económica europea, afectada por una recesión sin precedentes.

Westerwelle, su futuro socio de coalición, estaba exultante. "Estamos dispuestos a asumir responsabilidad. Queremos ahora ser parte del gobierno de Alemania", proclamó triunfante.

Merkel dijo a la prensa que había hablado con él por teléfono. "No hemos hecho planes concretos. Pero puede estar seguro que mañana (por hoy) hablaremos sobre el cronograma. Porque el país tiene que seguir siendo gobernado", enfatizó la jefa de gobierno.

Los partidos de extrema derecha no tendrán representación parlamentaria, al no superar el mínimo del 5% requerido. Sólo cinco partidos superaron ese límite. La oposición también estará representada por los Verdes, que obtuvieron un 10,6% de los votos, y La Izquierda, que alcanzó el 12,5%

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